¿Quién eres? (YM) EDITANDO-CAP. FINALES 🔓

9

NUEVE

Cuando Jimin se despertó sintió estar acostado en algo sumamente suave y al abrir totalmente sus ojos se dio cuenta que se encontraba en una habitación totalmente diferente.

Su cuerpo dolía por los golpes, cortes y quemadas recibidas pero se percató que tenía vendajes y que su tobillo tenía una cadena.

Se levantó de la cama y se apresuró a ir a la puerta dándose cuenta que estaba cerrada por fuera, fue hasta el balcón y su decepción fue mayor al ver que la altura era demasiada como para atreverse a saltar.

La cadena que tenía en su tobillo era larga pero no le permitirá avanzar mucho si intentara escapar así que primero debía deshacerse de aquella cadena.

—¿Qué haré? En el baño debe haber algo que puede llegara servirme. —Apresuró sus pasos y cuando entro vio que este era amplio y estaba lleno de algunos cosméticos como si alguien ocupara esa habitación.

Comenzó a tomar cada uno los frascos para ver que eran y oler su contenido, revisó un pequeño estante que había en la pared notando que había una peinilla, cremas y lociones.

—¿De quién es esta habitación? —susurró para sí mismo y su pregunta fue respondida al instante.

—Era nuestra ¿tampoco lo recuerdas?

—Señor Min. —Se volteó asustado al ver aquel hombre recargado sobre el marco de la puerta, comenzó a retroceder a medida que veía que este se acercaba.

—¿Qué es lo intentas, Jay? —interrogó mientras acorralaba su cuerpo en una esquina.

—Señor Min, ya le dije que me está confundiendo, solo llame a mis papás y tendrá su dinero.

—¿Jeon está aquí en la ciudad, verdad?

—No conozco a ese hombre.

—Claro, te diré lo que haremos. —Lo agarró de su muñeca para empezar a jalarlo fuera y tirar su cuerpo en la cama.

—Mira, dentro de dos semanas te llevaré a una reunión, de esas a las que solíamos ir juntos.

—¿Juntos? Señor Min, yo enserio no lo conozco y no sé que sean esas reu.... —su frase quedó en el aire y solo se escuchó el sonido que provocó la cachetada que recibió por parte del pelinegro.

—Deja tus estupideces y presta atención —dijo elevando el tono de su voz para tomar con fuerza el mentón del rubio quién solo asintió mientras trataba de calmar su llanto.

—Harás lo que te digo y punto, no sé que tramas junto con Jeon pero no dejaré que se salgan con la suya —sentenció para después marcharse de aquella habitación. 

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