¿Quién eres? (YM) EDITANDO-CAP. FINALES 🔓

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VEINTIUNO

Abril del 2015

Min Yoongi, 16 años

—Joven Min, es un gusto tenerlo de regreso —dijo con alegría un señor algo mayor.

—Llévame al parque de siempre no a la casa —ordenó el chico totalmente serio.

—Pero su padre lo está esperando para...

—Te dio una orden, obedece —intervino Namjoon quien iba de copiloto.

—Lo siento, joven Min. —Giró su torso y le dio una leve reverencia a modo de disculpas para comenzar a conducir hacia el destino que le fue ordenado.

Había pasado más de 4 meses fuera del país, su padre lo había enviado a cerrar un par de negocios con algunos inversionistas en Estados Unidos. El señor Min era consciente de las grandes habilidades y conocimientos de su hijo en los negocios familiares siendo su "as" bajo la manga siempre que tenía que cerrar un contrato con millones de dólares de por medio.

Desde que tenía 15 años Yoongi demostró ser capaz de manejar los números a su antojo, mover cantidades grandes de dinero de manera fraudulenta a su cuenta era su hobbie pues lo ayudaba a no depender de su odioso padre.

Su madre había fallecido hace un par de años y solo tenía una hermana mayor que lo cuidaba pero incluso ella no pudo evitar que su padre lo tratase como una maldita marioneta al igual que lo hizo con ella, su padre quería controlar toda su vida y eso le molestaba demasiado al joven pelinegro.

—Llegamos, joven Min —indicó el chófer.

—Regrésate a la casa y dile a mi padre que no me espere a cenar —ordenó soltando una pequeña carcajada al imaginar la cara de enfado de su padre.

—Pero... —objetó el empleado.

—Largo que Namjoon se quedará conmigo. Y dile a Jeon que mañana lo espero en el lugar de siempre —ordenó y el chófer no tuvo más remedio que salir del vehículo para dirigirse a la mansión Min.

—Yoongi ¿crees que aún siga viniendo aquí? —preguntó Namjoon una vez que ocupó el puesto de conductor en el vehículo que se encontraban.

—Sí, el me dijo que siempre venía aquí —mencionó con ilusión en su rostro al recordar las palabras de aquel chico.

—¿Qué harás con respecto a tu padre?

—El viejo ese está loco si piensa que dejaré que me meta a un maldito internado —dijo con cólera mientras apretaba sus puños.

—¿Crees que se de cuenta del porcentaje que le pediste a los inversionistas? —Namjoon había acompañado en todo momento a su joven jefe estando presente incluso en las reuniones más privadas.

—No lo creo, el viejo es un idiota —afirmó elevando sus hombros—. Además no puede reclamarme nada porque él recibirá el dinero completo por esos negocios, lo demás lo obtuve yo solo así que irá directo a mi cuenta —contestó con orgullo pues había logrado reunir millones en esos negocios lo que lo ayudaría a independizarse antes de lo previsto.

Pasaron un par de horas conversando sobre algunos negocios que tenía en mente el pelinegro hasta que este notó que el chico al que tanto esperaba ver no aparecía por ningún lado.

—Ya ha pasado mucho tiempo y no llega —comentó viendo la hora en su reloj.

—Seguro no vendrá hoy, podemos venir mañana jefe. —Y el pelinegro asintió decepcionado.

Namjoon condujo solo unas cuantas cuadras mientras el joven pelinegro mantenía su vista en la ventana y abrió sus ojos con emoción al hallar a la persona que tanto deseaba ver.

—¡Ahí está! Detén el auto —pidió emocionado. Namjoon se estacionó rápidamente y volteó hacia la dirección notando al chico agitado tratando quizás de esconderse en algún lugar.

—Parece alterado y cambio de color de cabello —mencionó el castaño.

—Vigila, iré a platicar con él —indicó para después bajar del vehículo.

—Hola —saludó alegremente al momento de colocarse detrás de él provocándole un susto.

—¿Hola? —contestó dudoso y extrañado.

—¿No vas a decir nada? —preguntó el pelinegro.

—No entiendo —respondió con confusión.

—Sé que demoré en regresar pero ya estoy aquí. Tuve que irme de viaje a Estados Unidos —contó brevemente.

—¿Estados Unidos? —dijo con incredulidad y Yoongi asintió.

—¿Tú vienes en ese auto? —señaló curioso al notar incluso a un hombre a lado del vehículo y Yoongi volvió asentir.

—¿No me recuerdas? Soy el chico del parque —dijo Yoongi con alegría.

—Claro, disculpa. Estoy algo cansado —respondió con una sonrisa nerviosa.

—Jamás me dijiste tu nombre. Yo me llamo Yoongi ¿y tú? —El pelinegro le extendió su mano al mismo tiempo que le dedicaba una sonrisa para acercarse un poco más al chico.

—Jay, mi nombre es Jay —contestó.

—Pensé que no volvería a verte, Jay —dijo para después abrazarlo debido a la emoción que sentía. La calidez que envolvió su corazón en ese momento al tener contacto con aquel chico era inmensa, su felicidad era mayor al tener la oportunidad de ver aquel rostro que lograba calmarlo y mejorar sus días.

Las fichas comenzaron a moverse desde aquel día de manera errónea o quizás era la manera dolorosamente correcta.

🍃Nos leemos mañana, no olviden descansar y comer.🍃

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