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TREINTA Y DOS

~Capítulos finales~

Dedicado a: JMarin383

La angustia suele ser causada por situaciones inciertas añadiéndole además sensaciones como el estrés, ansiedad y nervios pero existen factores que provocan que todo se multiplique teniendo como resultado una avalancha de emociones en cuestión de minutos. ¿Viviste ya tu momento de angustia?

Fue más de una hora de camino para llegar al sitio en cuestión sin embargo al entrar todo estaba completamente vacío, no había muebles ni algún otro tipo de objeto. Yoongi por un momento creyó haber ido al lugar incorrecto pero un ruido acompañado de un grito hizo que reaccionara y se diera cuenta que su pequeño se encontraba ahí.

—YOONGI. —Su nombre era pronunciado nuevamente por el chico que había causado su más grande angustia en el día.

—Vigilen bien los alrededores que Jeon puede seguir por aquí —ordenó a sus hombres para después correr en dirección al grito que escuchó segundos atrás.

Abrió cada puerta que estuvo a su paso hasta dar finalmente con la indicada pero la imagen frente a sus ojos no fue nada agradable de observar pues Jimin se encontraba sentado en una esquina de la habitación cubierto de sangre y con el cuerpo de su hermana sobre él.

—¿Yijeon? —musitó el pelinegro al acercarse al cuerpo inerte de su familiar mientras Jimin continuaba sumido en su llanto y dolor físico.

—Linda, despierta —pidió el pelinegro—. Yijeon despierta, por favor —suplicó tomando entre sus manos el rostro de la chica, su tez pálida y sus labios con un ligero tono violáceo era la más clara señal de que sus ojos jamás volverían abrirse.

—Yoongi —susurró el rubio tratando de llamar su atención.

—No, no, no, por favor. Yijeon, no puedes dejarme. Despierta, despierta, despierta —repitió una y otra vez sin prestar atención al chico que tenía junto a él.

—Yoongi, me duele mucho —dijo Jimin en medio de sollozos pues el dolor que sentía por los golpes y cortes recibidos era grande sin embargo había uno en especial que no soportaba y le preocupaba pero no fue hasta que su llanto se incrementó que Yoongi logró salir de su trance para fijar su mirada en él.

—¿Qué te duele, cariño? —preguntó preocupado al momento de acunar el rostro del menor entre sus manos.

—Aquí, me duele mucho —mencionó sacando la mano de su vientre bajo dejando a la vista un corte profundo del cual escurría una gran cantidad de sangre provocando mayor preocupación en el pelinegro. Las quejas no cesaron hasta que Yoongi dio la orden de llevar el cadáver de su hermana en uno de los autos mientras el ingresaba a otro con el cuerpo adolorido del rubio.

—No te preocupes, ya casi llegamos. No dejes de apretar tu herida y no cierres tus ojos, por favor —suplicó dado que cada minuto que pasaba notaba la falta de color en rostro de Jimin debido a la cantidad de sangre que iba perdiendo a causa del grave corte en la zona de su estómago.

—Yoongi, él dijo que quería los videos y... —susurró sintiendo sus ojos más pesados.

—No hables, cariño.

—Él quería... unos documentos que... —musitó pero de pronto esa simple acción implicaba demasiado esfuerzo para él así que optó por dormir, solo sería un poco, necesitaba descansar un momento.

—Jimin, mírame, quédate conmigo. No te duermas, no te duermas, Jimin —reiteró dando suaves palmadas en su mejilla sin embargo el chico ya había caído rendido en sus brazos.

¿Quién eres? (YM) EDITANDO-CAP. FINALES 🔓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora