¿Quién eres? (YM) EDITANDO-CAP. FINALES 🔓

12

DOCE

—Estúpida criada ¿acaso eres ciega?

—Lo siento mucho, señor Jay —se disculpó tratando de recoger rápidamente toda la comida derramada del piso.

—Amor, despídela. Es una inútil y no sabe hacer bien nada.

—Señor Yoongi, por favor no me despida, tengo un niño pequeño —suplicó.

—Debiste pensarlo bien antes de hacerlo enojar, ve a recoger tus cosas y vete de aquí, estás despedida.

—Señor, por favor se lo suplico.

—Namjoon, sácala de aquí —El castaño la tomó por los brazos para jalarla fuera del comedor.

—Amor, eres el mejor. Te quiero mucho.

—Y yo a ti. ¿Vas a salir hoy?

—Sí, Jeon me va a acompañar hacer algunas compras.

—Pueden usar el camión blindado y dile a Jeon que maneje con cuidado.

—Sí, amor. No te preocupes.

—No te vuelvas acercar a Taehyung ¿escuchaste? —advirtió.

—Sí, ya bájeme por favor —sollozó.

—¿Acaso no te diviertes? —preguntó con burla—. Lo hacías cuando veías a otra persona en tu lugar.

—No es divertido, señor Min —dijo tratando de calmar su llanto—. Bájeme que no puedo respirar bien —pidió y es que su llanto solo le dificultaba respirar con normalidad ya que se encontraba nuevamente colgado pero con la diferencia de a que ahora estaba de cabeza.

—Te recordaba más divertido, Jay —Yoongi se encontraba frente al cuerpo del rubio deleitándose con la vista de las marcas que había dejado con anterioridad.

—Ya le dije que no me llamo Jay, señor Min —dijo regularizando su respiración—. Mis padres le darán la cantidad que pida solo debe llamarlos, por favor —mencionó.

—Se me va acabar la paciencia, solo dime dónde escondites esos videos y te dejare ir —habló con evidente molestia dado que aún no lograba obtener la información que necesitaba. 

—No sé de que me habla, si me deja ir prometo no decir nada —dijo con dificultad pues su respiración se hacía cada vez más pesada.

—Lo sé porque te cortaré la lengua para que no hables —dijo al agacharse para estar cerca de su rostro.

—Le puedo ayudar a conseguir esos videos, mis papás tienen muchos contactos y.... —indicó pero fue interrumpido por la risa que soltó el pelinegro.

—Mira, si yo no he podido encontrarlos es porque tú eres el único que sabe dónde están —dijo tratando de controlar su ira pues debía tratar de sacar más información del chico. 

—¿El único? —preguntó confundido.

—Bueno, imagino que tu amante también debe saberlo.

—¿Se refiere al tal Jeon?

—Por supuesto. ¿O es que acaso te conseguiste a otro? —dijo soltando una leve risa.

—Ni siquiera he tenido un novio, señor Min —mencionó.

—Claro, olvidé que yo fui tu primer "amor" —dijo mientras hacía comillas con sus dedos en la última palabra.

—Eso es imposible porque ni siquiera lo conozco.

—Fue suficiente de estupideces, mañana vendré para darte algunas indicaciones —dijo para ponerse de pie.

—No conseguirá nada más de mí aparte del dinero que le estoy ofreciendo por mi liberación.

—Eso también me interesa pero es irrelevante, aunque quizás te deje ir si... —Se quedó a mitad de su discurso al achicar sus ojos mientras pensaba un rato.

—¿Si?

—¿Qué te parece si cambias de lugar con tu amante? —propuso.

—Pero ya le dije que no conozco al tal Jeon.

—Solo debes decirme dónde está y te dejaré ir —expresó con una pequeña sonrisa de labios cerrados. 

—¿Cómo voy a saberlo? —reprochó el rubio ante tal propuesta.

—Piensa, si él estuviera en tu lugar no dudaría en entregarte.

—Pero...

—Piensa rápido, eres tú o él —dijo mientras elevaba sus hombros y daba media vuelta para dirigirse a la salida.

—Espere, bájeme, por favor —pidió con una mirada llena de suplica. 

—Al rato, disfruta la vista —dijo mostrándole una leve sonrisa.

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