lo que amaba de ella. 2-1

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Ethan lo pensó mucho, Chris estaba decidido y yo estaba nervioso... tomando en cuenta lo que me contó Ethan de aquel lugar, me daban nauseas el volver a entrar a la oscuridad de una mansión.

-Ethan, ¿ya decidiste lo que íbamos a hacer?- pregunté viendo a Rosemary en sus brazos, la cual estaba durmiendo.

-si... con tal de que Rosemary esté bien, lo que sea.-

-esta decidido, iremos a Dulvey.- dijo Chris, levantándose de su asiento.

-pero, ¿con quien se quedará mi hija?-

-tengo una conocida... solo si aceptas, claro.-

-¿la conozco?-

-no, nunca he hablado de ella, Jill, Jill Valentine.-

-no me suena... pues bien, prefiero que se quede con alguien acá antes de que sufra peligro en nuestro viaje.-

-bien, mañana partiremos, por ahora deberíamos descansar... Joder, este vino estaba bueno.- decía el musculoso hombre, que dejó la copa de vino en la mesa, limpiandose la boca el poco de vino que quedaba.

-¿A qué hora nos iremos mañana?- pregunté mientras revisaba la hora desde mi teléfono.

-A primera hora, no tenemos tiempo que perder... Antes que todo, ya me han informado sobre la situación en aquella mansión Spencer y Baker... Pues si, siguen existiendo pero los últimos informes sobre la mansión Baker han sido muy pocos. Los soldados al entrar en la casa, dejaron de darme información sobre el ambiente.-

-demonios... El solo pensar en ello... Joder.- dijo el rubio hombre que veía a su hija dormir en sus brazos.

Si Ethan sabe que ocurrió en esa casa, significaba que el sabía al pie de la letra como todo en la casa funcionaba, supongo que era así... De todos modos, el vivió esa noche del demonio, no yo, ni Chris. Mientras disfrutábamos del sabor del vino, Ethan nos contó su experiencia allí, tal vez Chris ya lo sabía, pero escuchó atentamente a Ethan como si de un niño pequeño se tratara, aunque tampoco puedo negarlo, yo también estuve escuchando como despertó en medio de una sala con los Bakers, comiendo basura y el amarrado a una silla sin poder hacer nada.

En cierto caso, si ya sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, teníamos que ir armados... Yo lo sabía perfectamente, desde mi hogar en rumanía, pude arreglarmelas para llevar mi arma, la vieja pistola que usé en la aldea hace mucho, el verla nuevamente me daban recuerdos dónde mataba a aquellas criaturas llamadas Lycans. Los demás ya lo sabían y en vez de tomárselo a mal, ellos mismos sabían a que nos íbamos a enfrentar... Incluso Chris, que en la camioneta en la cual llegó, estaba armado, Ethan tenía la pistola que usó en la pelea con Miranda en su cobertizo y la sacó para mañana. El simple hecho de saber que tendremos que viajar a Dulvey, me daban escalofríos... ¿Que nos podríamos encontrar allá? ¿Todo seguirá como Ethan nos contó en su experiencia en aquella mansión?

Lo que aún no logro comprender, era aquella alucinación, la alucinación en la cual Donna me dijo que teníamos que ir a aquella mansión, ¿Siquiera tiene sentido? Tal vez ellos sepan, tal vez Chris y Ethan sepan porque Donna exactamente me pidió que fuéramos.

-uhm... También, ¿Ustedes creen que tenga un tipo de relación... Uhm, Madre Miranda con la mansión Baker?- pregunté con cierta timidez.

-es lo más probable, --dijo Chris.-- piénsalo Andreas, Eveline era el hongo E-001, que provenía de la megamiceta, también, Madre Miranda tenía contacto con aquello.-

-de todos modos, Donna también tenía contacto con aquello... ¿No es así, Andreas?- me preguntó Ethan, viéndome con los ojos de un padre.

-pues... Si, así era... Uhm... Dios, Donna.-

Memorias muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora