Lucas. 9-1

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-ahora, ¿Dónde vamos?- preguntó Clancy, que ya estaba algo más calmado a diferencia del momento cuando lo encontré.

-tendremos que ir a la casa rodante, Creo que Ethan ya se encuentra ahí.- dije, entregándole la escopeta a Chris.

-¿Casa rodante? ¡Ustedes no van a ningún lado!- los parlantes por dónde se comunicaba Lucas empezaron a reproducir su voz, que ha estas alturas ya era molesta.

Por el camino a seguir, unos seres cuadrúpedos estaban a la vuelta de la esquina esperando a que pasáramos, no eran dos o tres, eran como cien en un mismo lugar y nuestras balas eran escasas, moriremos antes de darnos cuenta.

-entonces... ¿A dónde vamos?-

-volvamos a la sala de pruebas, tengo un plan.- dijo Chris, poniendo la escopeta en su espalda.

-¡ha-ah! ¡No entrarán con sus malditas armas! ¡Dejen toda la mierda que tienen en ese baúl!- los parlantes volvieron a sonar, pero al parecer no teníamos otra opción que guardarlo todo.

Pero yo lo pensé dos veces... Lucas no ha visto mi navaja, así que podía pasarla perfectamente, no era un problema, puse mi pistola y guardé una bala en mis bolsillos, también tenía un plan pensado, si es que todo salía bien.

Chris y Clancy ya estaban dentro, faltaba yo.

-¡Vamos Andreas, no hay un monstruo allí adentro!- gritaba Lucas por los parlantes... Dios, si que era molesto.

Caminé lentamente al pasar por aquella puerta de metal, que al pasar yo, se cerró inmediatamente... Mi plan ya estaba en curso, logré pasar con mi navaja.

-esperen... Reconozco este lugar, dios, aquí es donde...-

-¿Moriste?-

-ah... Si, si... Aquí fue.- Clancy se empezó a poner nervioso, más de lo nervioso que estaba al momento de haberlo despertado, pero Chris lo calmó agarrándolo de su hombro.

-no volverás a morir conmigo al lado.-

-¡Eso nadie te lo cree Christopher!- Lucas apareció detrás de la puerta de metal, al voltear a verlo, en sus manos tenía... EL MALDITO CRISTAL DE DONNA.

-¡DAME ESO INMEDIATAMENTE!- le grité y intenté golpearlo pero la malla de metal me lo impedía, su risa me enojaba más.

-¿Que pasa Andreas? ¿Quieres matarme?-

-¡Lo haré si no me entregas eso maldita sea!-

-ah... Pues ven y encuéntrame.-

Despareció de mis ojos, ya lo veía por ningún lado, iba a derribar la puerta si este tipo volvía a joderme con los cristales, jamás creí que iba a llegar a estar así de enojado... Dios, cuando lo encuentre... Cuando lo encuentre...

-vamos Andreas, después harás lo que debas de hacer con el, pero debemos de encontrar una salida de este juego macabro.- Chris, sirviendo como apoyo, apoyó su mano en mis hombros... Lo cual logró calmar mi sed de sangre.

-bien, vamos... Clancy, ¿Tienes una idea de que hacer acá?- pregunté viéndolo, el cual ya tenía una vela algo desgastada por el pasar de los años en su mano izquierda. De respuesta solo tuve una señal con sus ojos, quería que lo siguiera.

-este juego consiste en poner esta vela en el pastel de allá adelante... El problema es que esas cosas te mojarán si pasas por allí, tienes que buscar la forma de detener eso, ¿Que tienes en mente?- me preguntó, viendo todo detalladamente... Solo tenía pensado en pararme en medio de las regaderas y que alguien pase corriendo con la vela, ¿Serviría? No perdemos nada en intentarlo.

Memorias muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora