CANCIÓN DE ANDREAS. 5-2

63 6 1
                                    

Al momento de haber llegado a la entrada y ver las demás puertas, dejé a Claire que decidiera por cual camino seguir, de todos modos no teníamos claro que demonios estábamos haciendo ni a dónde teníamos que ir, solo nos dijeron que avanzar era nuestra única forma para descubrir nuestro objetivo.

Claire se decantó por ir por la puerta de abajo, a la derecha de la puerta principal, pues como no tenia otra opción le seguí y ella guiaba el camino mientras que yo protegía nuestras espaldas.

-esta mansión me está dando escalofríos.- declaró ella, que seguía avanzando sin parar.

-a mí igual, pero no podemos detenernos ahora, ¿Alguna idea a dónde ir?-

-realmente no lo sé, tal vez solo deberíamos avanzar hasta el fondo.-

-si, supongo que sí.-

Avanzamos y avanzamos, todo nuestro camino estaba lleno de puertas con cerraduras un tanto extrañas, algunas tenían remarcados espadas, escudos y alguna otra cosa, ¿Que demonios era esta mansión?

-¿Sabes algo de esta mansión Claire?- pregunté.

-no mucho, se que mi hermano en el 96 vino acá a buscar un equipo desaparecido, después de descubrir la verdad de Umbrella, siguió el camino para acabar con el bio-terrorismo.-

-creo que era mejor ir juntos, ¿No te parece?-

-pues ahora que lo dices, si, tienes razón, hay más posibilidades de morir cuando estamos separados.-

-Uhm, ¿Claire? En este cajón había un mapa.- tras revisar desinteresadamente un cajón, un mapa de toda la mansión estaba ahí metido, un mapa del segundo y tercer piso.

-¿Que? Déjame verlo... Uhm... Si, ya se donde estamos.-

-¿Dónde deberíamos ir?-

-por aquí, sígueme el paso.-

Pero antes de que pudiera seguir hablando, un dolor de cabeza azotó contra mi, haciendo que cierre mis ojos fuertemente y al parecer eso funcionó, cerrar mis ojos detuvo el dolor de cabeza inmenso que tenía en esos momentos. Pero al momento de abrirlos, ya no me encontraba con Claire, estaba solo, con mi linterna y pistola, ¿Que demonios pasó? Estaba claro lo que está pasando, una alucinación.

Al momento de encender mi linterna y con mi arma en mano, avancé por la inmensa oscuridad que tenia al frente de mi, una oscuridad que no parecía tener nada bueno dentro de ella, fue así que detrás de la pared izquierda sonaba como si alguien estuviera siendo torturado, gritos y sonidos de carne siendo cortada eran el ambiente de acá, todo esto me daba cierto recuerdo con el castillo dimistrescu, aunque no haya visto ninguna tortura allá adentro.

¿A dónde me dirigía? El pasillo era lo suficientemente largo como para tener la medida de una cancha de fútbol, hasta parecía no tener un final, tenía pensado dar media vuelta y volver por donde vine pero el sonido de una motosierra era lo que me impedía avanzar por allí, tenia miedo a aquel sonido y el pensar de que me cortarán la cabeza con tan solo retroceder en mis pasos me daba escalofríos. Después de un rato corto, lo único que escuchaba eran mis pasos, nada más que eso, el ruido de la lluvia que empezó al momento de entrar en la mansión había parado, el ruido de la madera totalmente podrida que rechinaban cuando alguien pasaba encima de ellas desapareció también, solo eran mis zapatos sonando en un pasillo oscuro y la única fuente de luz, era nuevamente mi teléfono celular.

¿Tienes miedo de algo?

¿Que? ¿Quien habla?

Volteó hacia atrás y veo... Me veo a mi mismo, ¿Era un espejo? Claro que no, es yo pero... Su ropa es... La misma que usé hace años atrás, cuando ocurrió el incidente en la aldea, aquel Andreas me miraba fijamente. ¿Estaba alucinando?

Memorias muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora