Mi amada. 14 - 2

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Una luz destellante logró darme en los ojos y una fuerza brutal me golpeó haciendo que saliera disparado y fui detenido por las cajas de madera que estaban detrás de mi... Estaba totalmente cegado...

Pero al momento de que la luz se haya detenido, pude ver una silueta.

-¿Donna?- dije, con un nudo en la garganta.

-¿Andreas?- su voz me hizo llorar.

Me levanté del suelo con lágrimas empapando mi rostro.

Ella estaba ahí, con su belleza, entonces decidí abrir mis brazos, la abracé con demasiada fuerza.

-estas aqui...- dije, su hombro se llenó de mis lágrimas.

-Andreas... ¿Que ocurre?- ella no sabía que estaba ocurriendo, de todos modos tiene sentido que no sepa que ha pasado.

-habias muerto... Por mi... Culpa.- dije, soltando mi dolor.

-¿Que? ¿De que hablas Andreas?- ella se miraba dudosa, pero entonces me percaté, su ojo derecho, estaba totalmente bien. Su rostro estaba completamente sano.

-Donna... Uhm, tu rostro.-

-¿Que tiene mi rostro Andreas?-

Tomé gentilmente sus manos y con delicadeza, puse sus dedos en su ojo derecho, ella no lo creia, sus ojos lo dejaban en claro.

Ella se mostró muy feliz, casi llorando.

-Andreas... ¿Que hiciste?- ella me miró con mucha felicidad.

-yo no he hecho nada... Pero, te vez mas bella ahora.-

-pero... ¿Que ha pasado? ¿Dónde estamos?- sus dudas cambiaron el tema al instante.

-estamos en... Una mansión, la mansión Spencer y tenemos que salir de aqui lo antes posible, te contaré en el camino que ha pasado y porque estás aqui, pero ahora sígueme.- tomé su mano y empezamos a caminar a la salida del ático.

Pero sin antes, tomar el equipo de aquel hombre que destrocé con un palo, su arma y sus municiones venian muy bien ahora, una Five-Seven, 20 balas en sus cargadores... Era mas potente de lo que hubiera Sido mi Glock 17.

Nos movimos hacía la salida, caminando por las escaleras, ella se asustó al ver los cadáveres de los zombies en el suelo, pero era normal, eran demasiados cuerpos, cualquiera se asustaría si los viera esparcidos por el pasillo. Pero pasamos encima de ellos, Donna miraba atentamente a las paredes y sus decoraciones, pero no tenemos tiempo para analizar este lugar, asi que nos apresuramos a llegar al segundo piso... Donde nos encontramos con el grupo de Chris al frente de nosotros.

-¿¡Andreas!? Hijo de perra, ¡Te disparé!- Chris me gritó estando al otro extremo del pasillo largo.

-tus balas son de goma, y tu soldadito no fue mucha pelea, murió con un palo de madera, ¿Tu eres igual de débil?- por algún motivo, me sentía fuerte, tal vez era porqué Donna se encontraba conmigo, escondiéndose en mi espalda.

Pero antes de poder hacer cualquier cosa, detrás de nosotros Ethan apareció y con una escopeta, disparando a quemarropa al equipo de Chris que rápidamente abrió fuego contra nosotros, milagrosamente logré evitar el fuego cruzado y puse en un lugar seguro a Donna, que estaba aturdida al fuerte ruido de los disparos.

Rápidamente ayudé a Ethan con el combate, que estábamos en desventaja, ellos eran como 7 y nosotros eramos 2 simples tipos y no con mucha munición, entonces teníamos que usar la cabeza.

-¿Alguna idea?- le pregunté a Ethan, que se cubría desde el margen de una pared, el volteó a verme a los ojos.

-no, ¿Tu tienes alguna?- claramente estaba mas concentrado en dispararle al grupo de Chris, que parecían estar acercándose.

-tal vez salir por alguna ventana, pero es el segundo piso, moriremos si caemos, ¿Como lo lograste en el tercer piso?-

-me agarré del techo y me subí en el, había un agujero allá arriba y logré bajar por ahí, entonces encontré esta escopeta y unos cuantos cartuchos, ahora estamos aqui.- empezó a recargar.

Entonces le cubría y disparé a cualquier lado, como no ví a Heisenberg o a Alcina ahí pues me di la seguridad de disparar a quemarropa, pero no podia ver si logré matar a alguien, no me iba a asomar en lo mas mínimo. Un cargador se acabó y recargue, Ethan empezó a disparar de nuevo.

-¿Entonces?- me volvió a preguntar.

-tenemos que detener esto de alguna forma... ¿Esa ventana es segura?-

-si, bastante, ¿Quieres que vayamos? Entonces vamos antes de que estos tipos nos pongan una bala entre cejas.- en medio del tiroteo, Ethan lanzó pedazo de madera pequeño, pero curiosamente tenía aspecto de ser una granada, el engaño fue útil ya que los soldados apartaron sus armas y trataron de buscar refugio. En eso aprovechamos de ir al tercer piso.

Subimos escalones y Donna iba agarrada de mi mano, ella no entendía nada de esto y se notaba por sus pequeñas lágrimas de confusión salir de sus ojos, estaba aturdida, asustada y confundida por esta situación. Al llegar a la habitación con la ventana, Ethan sin decir nada saltó primero agarrándose del techo y así subiendo, quedábamos Donna y yo.

Hice que Donna subiera primero, de esta forma no tendría tanto miedo de ser la última en subir, Ethan tomó sus manos y la ayudó a subir al tejado. Pero quedé yo solo y el equipo se iba acercando, podía escuchar sus pasos detrás de mí y no tenia el tiempo suficiente para salir por la ventana...

Entonces, cuando escuché el destello de una bala detrás de mí, sin dudarlo salté por la ventana.

Alcancé a mirar hacia arriba, como Donna y Ethan me miraban a los ojos con una cara de miedo en ellos, yo caí al primer piso, rompiendo el techo que había protegiendo la planta baja.

Estaba totalmente aturdido, con suerte y podía moverme, pero ahora estaba solo, ahora tenía que encontrar la forma de escapar con Donna, Ethan, Alcina y Heisenberg, pero tenía que encontrar la forma para encontrarme con ellos.

Miré al rededor mío, la oscuridad del lugar se disipaba por el tragaluz que hice con mi espalda, levanté lentamente mi teléfono y vi que eran recién las 6:34 de la mañana. Con pocas fuerzas me pude levantar del suelo y me dispuse a avanzar.

Aunque haya un poco de luz, esta zona estaba totalmente apagada y ninguna fuente de luz tenía a mano, mi teléfono apenas tenia batería, entonces tenía que encontrar la forma para generar luz...

Miré un tablón de madera que estaba en el lugar de mi caída, en mis bolsillos tenía un encendedor, tal vez... Si solo tal vez... ¡Eureka! Con la luz se dejó ver algo líquido embotellado. Me acerqué a ver qué era y era lo que buscaba, aceite para cocinar, tengo entendido que esto es inflamable, si lo untaba en el tablón, podría hacer una antorcha. Con un vendaje sucio que tenía guardado, en la punta del tablón hice un nudo con este y puse el aceite, para luego prenderlo con el mechero.

Tenía una antorcha, era eficiente y la luz que generaba era suficiente para iluminar un campo de fútbol, así que me dispuse a avanzar por la única puerta que tenía al frente de mi.

Al abrirla, un olor pesado se me vino a mi nariz, pero a este punto solo estaba preocupado por otra cosa, salvar a mis amigos.

Memorias muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora