descubrimiento. 7-2

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Avancé por el largo pasillo, ya hace un rato atrás, en un viejo estante recupere mis cosas, mi pistola al igual que mi teléfono y bolso, con los cristales restantes de Donna y Heisenberg.

Pero algo no cuadraba, ya que hace uno momentos, divisé una sombra a la lejanía del pasillo, ¿Alguien andaba por allí? Era dudable, hace mínimo 1 hora llevaba caminando y no he encontrado a nadie por acá.

1:59 AM.

Al momento de seguir aquella sombra, terminé llegando a la sala principal, dónde todo había comenzado, pero no había nadie, ni siquiera un mínimo ruido podía guiarme hacia Alguien, entonces todo dependía de mi intuición para encontrar a quien sea. Respiré profundamente y seguí avanzando por los pasillos interminables y laberínticos de este lugar... Pero al momento de ver una pintura que llamó mi atención, me di cuenta que nada de esto estaba bien... Era una pintura, de mi con Donna, besándonos. ¿Quién demonios pintó esto? ¿Esto seguía siendo una alucinación? Debajo de la pintura había una leyenda; "amor puro".

No pude detenerme a seguir viendo esto, ya que a pocos metros de mi escuché una voz... No sé me hacía conocida, dudaba que los zombis hablaran pero no tenía otra opción, me acerqué lentamente hacia la puerta de dónde provenía aquella voz... La abrí lentamente, esperando lo peor, al tenerla completamente abierta saqué el arma y apunté, pero nadie estaba aquí. Solo el silencio puro y solitario estaba acá, ¿Alucinaciones auditivas? Esto era nuevo. Respiré profundamente y seguí mi camino sin rumbo por las habitaciones de esta gigantesca mansión.

Estos no eran momentos de pensar profundamente, pero, ¿Y si está mansión es una prisión de almas? No es tan descabellado de pensar cuando lo único que he visto en estos últimos tiempos han sido fantasmas del pasado, es solo cuestión de analizar un poco las cosas.

crucé una puerta cualquiera y pensé, ¿Dónde estarán? ¿Dónde estarán todos? Normalmente suelo andar solo, pero cuando hay 6 personas aquí rondando, no existe la posibilidad de que no escuche nisiquiera un disparo a la lejanía, es imposible que este completamente solo. Pero todas mis dudas se detuvieron al escuchar la voz de alguien... Era una voz femenina... ¿Alcina?

Caminé lentamente, tratando de no perderle el rastro a la débil voz de Alcina, que claramente estaba mal, no lograba entender mucho de su balbuceo pero parecía estar pidiendo ayuda, exactamente mi ayuda. Pasé por un pasillo largo y en una puerta, estaba un zombie afuera esperando algo, tratando de abrir la puerta, no dude en sacar mi arma y dispararle, pues así fue, la bala impactó directamente en su cabeza y haciendo que este caiga al suelo, ya muerto. La puerta donde estaba intentando entrar parecía estar alguien adentro, pero no podía abrir la puerta.

-¿Hola? ¿Hay alguien?- grité del otro lado de la puerta, un sonido extraño se escuchó, pero nadie me respondió.

-¿Hola? ¿Alcina?- pregunté por su nombre y enseguida recibí su respuesta.

-¿Andreas?- su voz debilitada y cansada se escuchó, así que sin mucha prisa empecé a patear la puerta para entrar de una buena vez, la puerta se abrió y la escena que tenía en frente era horripilante. Era Alcina, pero en su mano izquierda le faltaban dos dedos, el meñique y el anular no estaban, habían Sido cortados y la sangre salía a chorros, se estaba desangrando.

-¿Que ha pasado? ¿Estás bien?- dije, agachandome y sacando mi polerón rojo para detener el desangramiento.

-si llegaste... Mis plegarias fueron escuchadas.- estaba delirando, ¿Que demonios había pasado acá?

Por mis deducciones, alcina fue encerrada en la caja de metal que estaba al lado de ella, pero no lograba entender como perdió los dos dedos... ¿Que estaba pasando? Hice que se sentara y con un pedazo de tela arrancado de mi polerón rojo, pude contener la sangre que salía de su mano.

-¿Cómo ha ocurrido esto, Alcina?- le pregunté y ella tenía una vista perdida, pero al voltear a verme, sonreía, como si fuera un tipo de enamorado para ella.

-si viniste...-

-claro que vine, necesito saber que pasó acá. ¿Quien te hizo esto?- seguía preguntando pero no había ninguna respuesta, tal vez seguir preguntando no ayudaría en nada, de todos modos su mente estaba totalmente perdida por toda la sangre que perdió.

-ah... Quédate sentada, no me separaré de ti, ¿Necesitas algo?-

-Andreas...-

-¿Que pasa?-

-an...an!...¡ANDREAS!- ella gritó, trataba de llamar mi atención y al darme la vuelta, un zombie había entrado para intentar asesinarnos. Gracias al cielo pude reaccionar a tiempo y sin dudarlo saqué mi cuchillo y le di un corte preciso en su rodilla, haciendo que caiga de espalda. Me levanté lo más rápido posible y le disparé certeramente en la cabeza, haciendo que muera inmediatamente.

-primero los Lycans y ahora estos bastardos... Nada de esto está mejorando, voy a cerrar la maldita puerta.-

Me acerqué a ella y al agarrar la perilla, miré rápidamente a la derecha, donde Claire estaba corriendo y detrás tenía a mínimo 15 zombies persiguiendola, dejé que entrara y le disparé a los más que pude antes de cerrar la puerta y tirar un estante que estaba al lado para que no la pudieran abrir.

-¿Claire?-

-¿Andreas? ¿Sigues vivo?-

-¿Que ha pasado? ¿De dónde salieron todos esos zombies?-

-no lo sé... Estaba buscándote, habías desaparecido al momento que te quite la vista de encima, comencé a dar vueltas y en la entrada al patio, salieron todos esos bastardos.- aclaró ella la situación, ahora estábamos los 3 encerrados hasta que alguien nos saque de aquí.

-eh...eh, ¿Que le ha pasado a Alcina?- me miró fijamente a los ojos, tal vez pensando que yo hice eso.

-no lo sé... La encontré en esta habitación, estaba metida en esa caja y sus dedos fueron cortados... No sé que demonios le pasó, pero ahora está así.-

-ay dios... ¿Estás bien querida?- Claire se agachó para verla más de cerca, Alcina le sonrió, tratando de dejarle en claro que era así, estaba bien.

-¿Dónde están todos?- me miró Alcina después de decir eso.

-no lo sé Alcina... Lo importante es que sigues con vida.-

-¿Tienes alguna idea, Claire?- le miré a sus ojos, ella parecía no saber que responder.

-tenemos que... Buscar a mi hermano pero, no sé dónde podría estar... Esta mansión es muy grande, el mapa que teníamos desapareció.-

-ah... Tendré que salir en ese caso, no iré muy lejos.-

-¿Para que irás? Hay demasiados zombies por esa puerta, no parece haber otra en esta habitación.-

-lo sé, por eso saltaré por la ventana.- dije, viendo aquella ventana que daba luz lunar.

-¿tienes alguna forma de volver?- me miró Alcina, parecía estar recuperándose lentamente.

-si, si la tengo.- dije, viendo mis propias manos.

Abrí la ventana y miré allá abajo, una lluvia delgada pero abundante estaba esperándome, tal vez era un error salir pero no pienso morir encerrado en una habitación, solo me quedaba esto, tengo que encontrar a los demás y de esta forma salvar a Alcina.

Memorias muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora