El destello me dejó a mi y a Ethan con una ceguera que terminó tan pronto nos dimos cuenta que chocamos con las cajas, destruyendolas. Pero eso era lo de menos, ya que al frente de nuestros ojos estaba un cadáver, uno que nos estaba mirando a los dos con una cara extrañada.
Era Karl Heisenberg.
-¿Dónde... Estoy? ¿Andreas? ¿Ethan? ¿Miranda ha muerto?- fueron sus primeras palabras tras 5 años de su muerte, estaba totalmente perdido y desconcertado.
-Heisenberg... Si, Miranda ha muerto.- le respondí, aguantando mis lágrimas.
-¿De verdad?- su voz se cortaba.
-si, ha muerto.- fue la respuesta de Ethan.
Y como si de un niño de 5 años, Heisenberg empezó a bailar de felicidad y gritando como loco, si hubiera tenido un arma de seguro hubiera disparado al cielo.
-¡Juyu! ¡Sabía que lo ibas a lograr! ¡Tu pequeño bastardo! Pero... ¿Dónde demonios estamos? ¿En el cielo?- claramente estaba más feliz que un borracho al recibir su cerveza, me levanté del suelo como pude y me le acerqué.
Le di un fuerte abrazo, el quedó quieto, confundido.
-¿Que ha pasado Andreas? ¿Por qué me abrazas?-
-habías muerto, Heisenberg, te logramos revivir.- dije, tragandome el llanto.
-¿Es una broma, verdad? ¿De verdad morí?-
-si, así es Karl, moriste cuando Miranda te atacó por detrás, desangrado le diste las últimas órdenes a Andreas y así logramos ganarle a Miranda.- aclaró Ethan, que se levantó del suelo y también le dió un abrazo a Heisenberg.
-wow... No lo recuerdo en absoluto, pero, un gracias se queda corto, pero sigo con una duda, ¿Dónde demonios estamos?-
-no sé si te suene conocido, pero estamos en la mansión Spencer, venimos aquí ya que una alucinación de Donna me dijo que podía revivirlos si veníamos a ciertos lugares... La cosa es que está mansión realmente no existe, había sido borrada del mapa con Raccoon city.- le dije lo que ocurría a Heisenberg, que estupefacto vió a su alrededor.
-¿Spencer? ¿Oswell Spencer? Joder... Ese bastardo, si, lo recuerdo, era un aprendiz de Miranda, hace ya muchos años.- Heisenberg dijo la conexión de Miranda con este lugar, así todo este rompecabezas tenía una pieza más para ser resuelto.
-y bien, ¿Dónde está aquella jeringa?- Ethan vió el altar pero solo se había abierto algo debajo de este, era un frasco con un líquido dentro, era dorado, como el que Chris se inyectó en el patio de la mansión Baker.
-¿No estaba ahí?- fue mi respuesta ante aquello, era raro que no estuviera ninguna jeringa, anteriormente, cuando "resusitamos" a Alcina, la jeringa estaba ahí, con el líquido preparado para ser inyectado.
-no lo sé, usar la jeringa de Chris es muy peligroso.-
-es infeccioso, no deberías hacer eso.-
-¿Que es ese líquido? Expliquen.- preguntó Heisenberg, que miraba con detenimiento el frasco.
-bueno... Uhm, Estamos infectados con... ¿Células? Si, células de Madre Miranda, es raro de explicar.- le dije a los a Heisenberg, su rostro de sorpresa se hizo presente.
-¿Células de Miranda? Joder... Oh joder, estamos bien jodidos ahora.- dejo en claro Heisenberg- hasta donde yo se y recuerdo, Miranda... Miranda tenía un plan por si ella moría, si soy sincero no tenía pensado que era cierto, y si era cierto no tenía pensado usarlo en ustedes.-
-¿A qué te refieres?- preguntó Ethan.
-el plan de Miranda era dejar una maldición a quienes la matarán, que fueron ustedes, que consistía en infectarlos con la megamiceta, se que parece imposible ya que la destruimos nosotros mismos, pero ella había guardado frascos con residuos del hongo, ahora no sé cómo los habrá infectado a ustedes, pero si la solución está en esos frascos, pues bueno, habrá que encontrarlos.- habló Heisenberg, que me dejó perplejo y nos ayudó con este rompecabezas que parecía imposible de terminar.
Pero antes de que pudiéramos seguir hablando, un golpeteo en la puerta del ático empezó a sonar, nosotros volteamos a ver qué demonios pasaba, pero por culpa de las cajas no podíamos ver qué demonios hacía ese ruido que se hacía más y más fuerte mientras los segundos pasaban. Mire a Heisenberg y sorpresivamente sus "poderes" para mover cosas seguían con el, y me parecía raro, ya que Alcina no tenía sus poderes cuando la trajimos de vuelta.
-¿Que podrá ser?- decía Heisenberg, los clavos de las cajas se salieron de estás y los tablones se cayeron, dejando en vista la puerta del ático. Apunté con mi arma y me acerqué lentamente, temia de que fuera otra de esas criaturas de pesadilla, pero gracias al cielo no fue así, ya que al momento de estar en la puerta y darle una patada para abrirla, no había nadie detrás de esta.
-joder... No hay nadie aquí, ¿Qué demonios habrá Sido?- dije volteando a verlos, pero no había nadie.
Mire a mi alrededor, las luces empezaban a fallar y una a una se iban apagando, rápidamente encendí la linterna de mi teléfono antes de quedar en completa oscuridad, y al frente de mi lo ví.
Aquel Andreas con una marca de bala en la cabeza estaba al frente de mi, sus ojos estaban vacíos, sin alma y una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Que demonios eres?- le dije y le apunté a la cabeza con mi arma.
-no vayas a cometer el mismo error, Andreas, ¿No fue así como mataste a Donna? Tal vez ella esté en un lugar mejor, pero si aprietas ese gatillo, puede que no vayas al mismo lugar que ella.- dijo el.
Me pateó con tanta fuerza que caí por las escaleras del ático, estampando mi cara contra la madera, al volver a mirar hacia arriba, solo estaba... Solo estaba Heisenberg mirándome desde arriba y bajó inmediatamente a verme.
-¿Que demonios pasó?- me dijo y agarrándome para poder ponerme de pie.
-no... No lo sé, creo que... Creo que tuve una alucinación, no sé que demonios era... ¿Que pasó?- estaba tan confundido ahora mismo que no recordaba dónde estaba, mire a los ojos a Heisenberg y estaba totalmente perdido, igual que yo.
-vamos chico, se escucharon disparos, ¿De dónde pueden venir Ethan?-
-pueden ser de los demás, no estamos solos aquí, la agrupación de Chris vino a ayudar.- dijo Ethan, poniéndose detrás de Heisenberg, cubriéndole con su arma.
-larguemonos de aquí, ¿Vale?- les dije a los dos, ellos aceptaron.
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Memorias muertas
Fanfictiontras 5 años de lo ocurrido en una aldea de Rumanía, Andreas Rolt, un hombre de 23 años ha de volver a su pasado, el cual quería olvidar a como de lugar. pero, si en tu pasado estuviera algo que hayas amado... ¿darías tu vida y alma para recuperarlo...