en una caja. 6-2

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Vagar por casas abandonadas ya era algo que se convertía en algo común en mi vida, cada habitación a la que entraba con Leon era igual a la anterior y a veces nos enfrentamos a alguna criatura, pero más allá de eso, todo se ha vuelto monótono, ¿Que estamos buscando?

-¿Sigues ahí Ethan? No puedo perderte tan pronto.- Leon estaba avanzando sin mirar hacia atrás, mientras que yo me quedé quieto viendo un cuadro que llamó mi atención.

-si... ¿Podemos tomar un descanso? Ni si quiera sabemos dónde estamos.- dije y el se detuvo.

-no tengo más remedio, de todos modos también empezaba a cansarme.-

-¿Tienes alguna idea de que buscamos? Entramos a esta mansión sin saber nada y nos separamos.- dije, el me miró con cierta rareza.

-¿Se te olvidó que estás infectado? Estamos buscando la cura para tí y ese chico, ¿Andreas se llamaba?-

-si, así se llama... Dios, pobre chico.-

-¿Por qué lo dices?-

-Andreas es un chico tranquilo, no merece estar pasando esto, aunque no parece importarle demasiado todo esto, ya que ahora puede revivir a su pareja.-

-¿Pareja fallecida?-

-si, murió por culpa de una psicosis que sufrió Andreas, desde ese día parece que cambió totalmente, aunque no lo conocí en esos tiempos.-

-esperemos que logre su cometido, si es que llega a cumplirlo.-

-si... Tienes razón, ¿Sigamos?- dije, mirando al pasillo largo que nos esperaba.

-claro, vamos.-

Nos movimos por el pasillo y entre tanto caminar logramos encontrar el pasadizo hacia el patio, se veía mal cuidado, las plantas estaban en todas partes y no se veía más allá por culpa de ellas. Al fondo del pasillo con paredes blancas tapadas con raíces, había una puerta azul que parecía pedir 3 cosas, pedía reveles de algo... No sé sabia exactamente de qué, pero teníamos que encajar algo ahí.

-¿Alguna idea Leon?- pregunté, el miraba hacia la puerta.

-patearla no es una opción, parece ser de mucha calidad.-

-¿Que vas a patear?- había llegado Chris, con Jill y esos 3 reveles que necesitamos.

-¿Dónde los conseguiste?- pregunté, el me miró directamente.

-ya estuve aquí, ¿No recuerdas? También, ¿Saben dónde está Alcina? Hace rato que la perdimos de vista.-

-no, se había ido con ustedes, ¿No vieron a dónde fue?-

-pensamos que había cambiado de opinión y siguió a Andreas, pero tampoco lo hemos visto.-

-¿Tienen alguna radio o algo para comunicarse con ellos?-

-no, nada de eso... Por extraño que parezca, la señal en esta mansión es bloqueada por alguna razón, no tiene explicación, es una anomalía.-

-tendremos que ir a buscarlos, supongo.- dije, Leon me miró muy extrañado.

-¿Es necesario que los vayamos a buscar?- dijo el, dudando de mi decisión.

-tenemos que encontrarlo, estamos todos juntos en esto.- dije, Chris le lanzó una mirada a Leon, parecía ser una de esas señales que solo los viejos amigos logran comprender y entenderlas.

-bien, está bien vamos a buscarlos.- dijo, cargando su pistola.

Alcina dimistrescu.

No tiene ninguna explicación, no tiene ninguna forma de que haya ocurrido pero... Estoy aquí, encerrada en una caja, parecerá una estupidez, pero alguien me ha encerrado acá, me quitaron todo el equipo que llevaba y solo quedó un encendedor que no sacaron de la caja, con el cual puedo iluminar mi eterna oscuridad.

No pude darme cuenta de que me encerraron acá, ni si quiera se como ocurrió, estaba siguiendo a Chris con aquella Jill y entré a una habitación... Dónde más allá de eso no logro recordar que pasó conmigo, solo desperté aquí, en una caja que parece ser para un tipo de animal, es una caja que usarías para mantener a un pájaro, pero estaba a mi medida, la de una humana. La habitación en la cual me encontraba estaba oscura, solo podía ver la luz que entraba debajo de la puerta que estaba cerrada y de vez en cuando escucho otro zombi caminando por ahí, en cualquier momento entrará y me comerá...

Mi respiración se acorta mientras busco la salida de esta caja, llevo varios minutos pateando la rejilla que me permitirá salir pero nada ocurre. No quiero gritar porque si lo hago aquel zombi de allá afuera me escuchará y no lograré sobrevivir, si tan solo Andreas estuviera aquí... ¿Dónde estás Andreas? Te necesito ahora mismo, pero no logro percibirte en ningún lado. Tal vez mientras digo esto en mi cabeza más se está destruyendo asi sola, tal vez ya no me queda nada más en que pensar, joder... Todo es tan confuso y difícil de comprender, ¿Alguien me encerró o fuí yo misma? ¿Este es un tipo de castigo por mis actos antes de morir? ¿Es el limbo? Todas esas preguntas han estado rebotando dentro de esta caja los últimos minutos y aunque hayan pasado 30 minutos las he sentido como 30 días aqui...

Tengo hambre, no un hambre feroz de comer humanos como era en el pasado, no lo sé, quisiera poder sentarme en una mesa con Andreas y poder conversar, pero me niego ante ese pensamiento, ya que me podrían salir las lágrimas y no quiero eso. Pero pensándolo bien... Si, puede que esto sea un limbo, un purgatorio ante todos mis actos en mi vida pasada, cuando era una mujer sanguinaria y sedienta de una vida llena de sexo y locuras, aunque fuera una dama.

-¿Ho...hola?- dije, tratando de no perder la cordura mientras encendía nuevamente el encendedor para iluminar mi rostro.

Pero era en vano, nadie respondía mi llamado, ni si quiera el zombi que está afuera de la habitación, es como si no fuera nadie, como si fuera un suplido del aire el que habla... Nadie se dará cuenta de que estoy acá, aunque haga el mayor ruido posible.

Pero aún así tenía miedo de generar ruido, por el zombi de afuera, tenía que aguantar mis ganas de gritar por la desesperación y era muy difícil en esta situación, solo me queda estar aquí sentada recordando viejos tiempos... Dios, hasta empiezo a extrañar a Heisenberg, ese viejo malhumorado.

En eso que aguantaba el respirar para poder matar el tiempo, algo dentro de la habitación se había caído, no podía ver más allá del fuego que generaba. Un sentimiento de peligro invadió en mi y lo peor es que no podía hacer nada contra aquello, estaba sola y encerrada, ¿Habrá algo ahí o habrá sido fruto del encierro que no me deja diferenciar entre la realidad y lo que no lo es? Espero que haya sido la última, pero ahora mismo no puedo hacer nada si es que hay algo dentro de esta habitación conmigo. Mi respiración se estaba cortando, lo hacía intencionalmente para confirmar si había algún otro sonido aquí adentro pero al parecer no era así, estaba totalmente desolada en esta jodida prisión pequeña... Entonces ví en las paredes de esta caja, ¿Un laberinto? Era difícil de explicar, escrituras de forma extraña que llevaban a un rincón de la apretada jaula, donde terminaba con un... ¿¡Ratón muerto!? ¡Joder!

Fue un susto inesperado, pero gracias al cielo no fue a mayores, pude contener mis gritos y de esta forma evitar que aquel zombi de afuera entrara. Mientras veía con detalle aquel pobre roedor, ví que entre sus pelos... Había algo raro, intenté acercarme para ver qué decía, pero era difícil cuando los únicos movimientos que puedes hacer aquí adentro son con tus dedos, entonces sin tener otro remedio acerqué el mechero y pude divisar que era... ¡Una llave!

Entonces en mi felicidad, algo no estaba bien, en una pared de la habitación apareció un mensaje, un mensaje en rojo que se iluminaba poco a poco... Tras varios segundos pude leer lo que decía; "sacrifica algo y la libertad será tuya". ¿A qué se refiere? ¿Sacrificar algo? Apenas llevo conmigo algo, el mechero y mis prendas, demonios... Esto es complicado de llevar, mis manos estaban llenas de óxido por haber tocado las rejas de esta pequeña jaula, mientras más notaba aquel óxido más me daba cuenta... A qué se refería, mis manos, ¿Quiere mis manos? No sé las puedo dar, eso es imposible, ¿O tal vez a otra cosa? Estaba claro que era un acertijo para complicar mi mente, solo quedaba pensar en que era...

Pero hasta el momento, sigo aquí encerrada, esperando por alguien para que me rescate.

Memorias muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora