La lluvia golpeando contra las ventanas me despertó. Desorientada, me acordé de forma gradual de dónde estaba.
—¿Lauren? —No había rastro de ella. El reloj de cabecera marcaba las cuatro menos cuarto de la mañana.
Me había tomado varias veces, hasta que me había desmayado con ella abrazándome en posición de cuchara, todavía dentro de mí.
Sintiendo un ramalazo de inquietud, me levanté y me puse una bata. Cuando no la encontré en ningún lugar del segundo piso, corrí escaleras abajo.
Desde la cocina, divisé una figura oscura al otro lado del campo barrido por el viento. Los relámpagos iluminando la escena.
¿Lauren?
Estaba a medio vestir, de pie en el acantilado. ¿Qué demonios estaba haciendo fuera bajo una tormenta? Corrí hacia un par de puertas francesas.
Nunca le había preguntado acerca de la cicatriz en su brazo. ¿Había tratado de suicidarse? ¿Todavía lo intentaba?
Con el corazón en la garganta, abrí una puerta y corrí precipitadamente bajo la lluvia, protegiendo mis ojos.
La idea de perderla…
El viento ululaba y las olas rompían contra la costa. El suelo vibraba bajo mis pies con cada impacto. El trueno retumbaba.
Estaba de pie demasiado cerca del borde; las salpicaduras del mar eran proyectadas por las olas que azotaban sus tobillos. Llevaba sólo unos vaqueros, su pecho desnudo. Echó su cabeza hacia atrás, dejando que la lluvia golpeara su rostro y abrió los brazos ampliamente.
Parpadeé contra las insolentes gotas, no dando crédito a mis ojos.
Ella estaba... sonriendo.
—¡Lauren!
Ella bajó la cabeza y se volvió hacia mí, ofreciéndome su mano.
Aunque estaba nerviosa por el despeñadero, la acepté. Por encima del viento, grité
—No tienes por qué estar aquí.
—Es una buena tormenta, amor.
Puse mi mano sobre su cálido pecho.
—No estás fría, pero estás temblando. ¿Por qué tiemblas?
—No sé cómo describirlo... —Su acento era espeso. —Siento... siento... tanto. Y todo esto es nuevo para mí. — ¿Eran lágrimas las que surcaban su cara, o esas eran gotas de lluvia? —No dejo de pensar en la palabra desintegrar. Para provocar mi desmoronamiento. Yo estuve integrada por más de treinta y dos años, y ahora soy algo más.
—No sé lo que quieres decir.
Tiró de mí más cerca, luego echó la cabeza hacia atrás de nuevo, disfrutando de la tormenta.
—Me siento desollada viva. En carne viva y expuesta.
—Eso suena horrible.
Bajó la cara, encontrándose con mis ojos. Sus pestañas estaban pegadas entre sí por la humedad, su pelo negro fustigando sus mejillas.
—Es pureza. Regreso renovada a la vida ahora.
¿Eran divagaciones dementes? ¿O estaba desnudando su corazón? ¿Por qué no podía darle sentido a lo que estaba diciendo?
—Quiero entenderte. ¡Ayúdame!
—Había planeado esta noche; hice preparativos para ella. Sin embargo, en el fondo de mi mente, temía que mi pasado ganaría, como siempre lo hizo antes. Pero tenía una esposa, una responsabilidad. El sexo ya no se trataba de mí; se trata de nosotras. Y me preocupaba más por tu placer de lo que me preocupaba de registrar el mío propio. Si me dejaba ir a la deriva por un tiempo, es probable que no lo supieras. Si permanecía ausente, tú te ocuparías de ello.
¿Si permanecía ausente? ¿Cómo… perder contacto con la realidad de forma permanente?
—Dejé de luchar contra ello. — Cubrió mis hombros con sus manos. —Por primera vez en mi vida, no opuse resistencia. Mi lucha terminó. Por ti, tuve coraje. Dejé de tratar de vendar mi cabeza y dije: “Joder, deja que sangre”. —Su agarre sobre mí se intensificó. —Pero no lo hizo, Camila. Mis heridas estaban cicatrizadas y cerradas.
Cuando una ola colosal rompió contra la costa ante nosotras, ella envolvió un brazo alrededor de mi cintura y nos movió hacia atrás para alejarnos del borde.
—Tú confiaste en mí, y yo confié en nosotras. — Deslizó su pulgar sobre mi labio inferior. —Moya zhena, mi bella esposa. Podemos empezar.
En ese momento, esta mujer, aunque esté un poco loca, es mi esposa, me besó.
Y yo pude probar el sabor de lo que quedaba de sus lágrimas.
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La Estafadora (Camren G!P)
FanfictionAdaptación UNA MUJER CON UN PASADO SOMBRÍO... En Las Vegas, la ciudad del pecado, Lauren Jauregui encuentra a, Camila Cabello -atractiva, vulnerable, y con necesidad de alguien que la proteja. La obsesión se arraiga profundamente dentro de Lauren...