Desperté de una siesta por la tarde para encontrar a Lauren sentada contra la cabecera, mirando fijamente a la niebla sobre el agua. Sólo llevaba unos vaqueros rotos, su pecho desnudo.
Nunca la había visto así incluso estando despierta. Y sus ojos eran tan vulnerables. ¿Qué estaba pensando en su confusa mente? ¿Reviviendo el pasado? ¿O imaginando su futuro?
Conmigo.
Durante las últimas dos semanas, una densa niebla había cubierto la propiedad, magnificando las proyecciones invisibles en el océano y los inquietantes gritos de las gaviotas. Lauren y yo habíamos estado poniendo en marcha chimeneas por toda la casa.
Aunque este mágico lugar había empezado a parecer inquietante, me gustó el ambiente gótico. Yo estaba en el medio de la nada, sola con mi enigmática mujer. Salvo que no era una huérfana desvalida. Salté en aquella habitación de juegos todas las noches, deleitada en la elección de cosas que mi malvada esposa me mostraba.
Estas semanas habían sido maravillosas. Tres cosas les impidieron ser perfectas:
Extrañaba a mi familia.
Extrañaba el trabajo -no estafar-, necesariamente, sino hacer algo con un propósito. Como traer mis ideas de diseños a la vida.
Y seguí esperando que el otro zapato cayera con mi esposa demasiado buena para ser verdad.
Estudié su convincente rostro. Mi inquietud creció cada día, y mi sentido timador había empezado a emitir la llamada.
La semana pasada, ella y yo habíamos caminado por el bosque. Habíamos estado relajadas y disfrutando de nuestro paseo. Se sentía tan bien estar a su lado, que la posibilidad de perderla me agobia. Pero también tenía un dilema dentro de mí.
Mi sentido timador era como esa espina, enganchándose a mí una y otra vez, sin importar cuántas veces el cariño, la forma de hacer el amor y la generosidad de Lauren me salvarán. Mi ansiedad me impedía rendirme a esta vida. De caer hasta el final por ella.
Mi mirada descendió a su mano izquierda, a su dedo anular desnudo. A pesar de que había dicho que me gustaría comprarle un anillo de bodas atrapada en ese momento, por su enorme corazón bondadoso ahora me preocupaba haber actuado
precipitadamente.Los anillos eran símbolos; ¿cómo podría prometerle un para siempre con todas mis mentiras y dudas interponiéndose entre nosotras?
Lauren se movió en la cama, interrumpiendo mis pensamientos. Sin dejar de mirar por la ventana, distraídamente trazó ese débil vestigio de una cicatriz. ¿Si ella hubiera sido suicida, cuánto tiempo más podría estar sin preguntarle al respecto?
Como si sintiera mi debate interno, se giró hacia mí.
—Estas despierta.
Me incorporé contra la cabecera.
—¿Cuánto tiempo estuve durmiendo? Yo llevaba una de sus camisetas, pero sólo porque el ama de llaves estaba aquí hoy.
—No mucho. Acabo de traer el té. — Un servicio de té de plata con bocadillos estaba colocado en el extremo de la enorme cama. Me sirvió una taza con miel, exactamente como me gustaba.
Tomé un sorbo. Delicioso.
Se sentó a mi lado y tomó mi mano libre, como si sólo hubiera estado esperando que despertara para que pudiera encajar nuestros dedos.
La vida podía ser tan dulce cuando me olvidaba de mí y vivía en el ahora. Ella y yo montando a caballo y explorando la costa. Me había llevado durante la noche en dos escapadas cortas a las tiendas de Rodeo Drive y a hacer turismo en San Francisco suavizando los viajes.
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La Estafadora (Camren G!P)
FanfictionAdaptación UNA MUJER CON UN PASADO SOMBRÍO... En Las Vegas, la ciudad del pecado, Lauren Jauregui encuentra a, Camila Cabello -atractiva, vulnerable, y con necesidad de alguien que la proteja. La obsesión se arraiga profundamente dentro de Lauren...