tres

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Kori ㅡ tarareo Samui abrazando a su amigo por los hombros con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro ㅡYo se que tu me quieres mucho.

ㅡ¿qué quieres?ㅡ cuestionó girando la cabeza para verla, recibiendo una mirada indignada de su parte.

ㅡLlevame a este lugar, porfis ㅡ el chico asintió palmeando su cabeza soltando un pequeño suspiró, Samui beso su mejilla agradeciéndoleㅡ. Pero antes vayamos con mi tesoro, debo pedirle algo.

ㅡHablando de ella ㅡse aclaró la garganta justo cuando llegaron a la motoㅡ. Todavía me deben lo del otro día ㅡambos se subieron y la pelinegra bostezó, apoyando su frente sobre el hombro ajeno, fingiendo dormirse, logrando así que el mayor bufara ㅡ. Hablo en serio, sacrifiqué mi tiempo libre para que ustedes dos, Julieta uno y Julieta dos, pudieran salir sin molestias. Además de que tuve que quedarme para evitar que le pasara algo.

ㅡY por eso, Romeo, eres el mejor amigo del mundo ㅡlo abrazó por atrás como buena garrapata.

Luego de eso se quedaron en un silencio que era llenado de vez en cuando por cortas oraciones, disfrutando el viento en sus caras. Una vez llegaron a su destino, la chica bajó y corrió hacia el lugar que habían proclamado suyo, dejando a su amigo atrás.

ㅡ¿Por qué tardaron tanto? Me estaba haciendo vieja ㅡse quejó la mayor de la chicas, abrazando a su amiga cuando la tuvo junto a ella.

ㅡTomaré toda la responsabilidad ㅡcomenzó el único chico de los presentes llegando junto a ellasㅡ... y decir que Samui se quedó dormida.

ㅡ¿Por qué eres así? ㅡpreguntó de forma dramática.

ㅡComo sea. Te espero en la moto, tienen diez minutos ㅡcomenzó a caminar, alejándose de sus amigas y volviendo con su preciosa.

Entre tanto, las chicas lo miraron burlonamente y luego se echaron al piso para estar cómodas.

ㅡEntonces, ¿conseguiste la foto? ㅡ Koto le entregó el sobre

ㅡ abrelo cuando estés lista para buscarlo ㅡ musito viéndola ㅡ por lo que se, le quedan unas semanas en el reformatorio.

ㅡ mi hermanito... ¿es de la ToMan?ㅡ Koto asintió ㅡlo buscare cuando salga, le pediré a Kori que me ayude a localizarlo, no creo que sea di...

ㅡ ¡Samui! ㅡgrito Kori llamándola con un tono de voz enojado ㅡ te dije diez minutos, pasaste los diez minutos ㅡLa chica bufo levantandose del suelo

ㅡ debo irme, sabes como se pone nuestro esposo si lo hacemos esperarㅡKoto soltó una carcajada ㅡte veo luego.

ㅡ¡vayan con cuidado!ㅡ soltó despidiéndose de ambos con la mano

Un fuerte golpe en la mesa exaltó a Kori, quien, sin dudarlo, colocó a Samui tras él viendo con puro desprecio al horrible hombre delante de ellos

ㅡ¡El dinero que ganamos con la venta de drogas y armas es lo que necesitamos!ㅡ era claro el enojo que emanaba aquel sujeto, pero no era lo suficientemente mayor como para intimidar a ambos chicos

ㅡel tráfico de drogas y armas no es algo que se haga en esta nueva era en el Inagawa, lo que mi padre hacia era despreciable, y decidí cambiarlo ㅡ Samui arrugó las cejas tomando el brazo de su amigo ㅡ el Inagawa no volverá a hacer esos trabajos sucios, tampoco haremos que la pandilla subordinada los cometa. Si lo hacen, es decisión del presidente, no nuestra.

El hombre soltó una fuerte risa en el momento en el que arrojo el vaso a los pies de ambos

ㅡno quiero verlos, ¡Larguense! ㅡKori tomo a Samui de la cintura haciendola caminar en dirección de la salidaㅡ ¡Samui! ¡Recuerdame bien! Tu y yo hablaremos a solas un día de estos

Kori se paro delante de ella agachandose a la altura suficiente para cargarla a caballito

ㅡtendra que asesinarme primero ㅡ dijo con odio el chico, haciendo que la chica sonrieraㅡ. Un día de estos  realmente atentaré contra su vida.

ㅡNo te preocupes por eso ㅡmurmuró bajitoㅡ. Su desaparición está programada para dentro de unos meses, de todas formas.

El más alto se limitó a asentir y continuar con su camino hasta la salida del edificio, manteniendo una silenciosa conversación con la persona sobre su espalda. Al estar afuera, la soltó, soltando una gran carcajada cuando la escuchó caer al piso.

ㅡ¿Estás bien? ㅡfingió preocupación, aún riendo mientras estiraba su mano para ayudarlaㅡ. Siempre te digo que te sujetes bien, boba.

ㅡSe están sorteando patadas y tú tienes todos los números ㅡlo miró amenazadoramente, pero, ¿a quién quería engañar? El respeto de sus amigos lo había perdido hace mucho, muchísimo tiempo.

ㅡAnda, vamos. ¿No dijiste que querías ir al parque de diversiones?

ㅡ¡Qué lindo mi no...!

ㅡ Terminas esa oración y olvida que soy tu subordinado ㅡamenazó. Samui levantó las manos en símbolo de paz, dirigiéndose hacia el vehículo.

ㅡ¿Sabes? A veces pienso que tu heterosexualidad ha dejado de existir hace mucho.

ㅡDeja a mi dudosa heterosexualidad fuera de esto y vayamos a ese estúpido parque.

La pelinegra rió aplaudiendo. A veces olvidaba que era una niña.

Angel | Nahoya Kawata |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora