Park Ye ji es una chica estudiosa con una vida normal ella intenta deshacerse de un chico que la ha estado molestando, desesperada sube una foto de otro chico a redes sociales simulando que es su novio.
¿Que pasa cuando se entera que el chico de aqu...
Me detuve en la puerta del salón donde ella se encontraba, al parecer estaba terminando de limpiar ya que estaba por subir unos libros al estante que ahí se encontraba.
Era baja de estatura por el cual no llegaba a subir ese ultimo libro, me acerqué a ella tratando de no hacer mucho ruido y tome el libro que estaba en sus manos poniéndolo en su lugar.
Al parecer mi tacto la sorprendió ya que dio un leve salto en su lugar y se giró a mi dirección mirándome con sorpresa.
Sonreí al ver como sus mejillas empezaban a quedar completamente rojas y miraba hacia otro lado para ocultarlo.
- ¿Podemos hablar? - Pregunté inclinando un poco mi cabeza para poder mirarla y ella asintió.
Ye ji
Jaemin estaba sentado a mi lado mientras jugaba con sus manos, eso me ponía nerviosa.
- ¿De que querías hablar? - Rompí aquel silencio que se había formado entre los dos.
- Lo siento - me miró - Se que dije que quería ser tu amigo.... Pero lo dije por que pensaba que salias con Seok woo - dijo lo ultimo casi en susurro y yo lo miré confundida - El me dijo que solo eran amigos.... Lo siento- dijo cubriendo su rostro con sus manos - Pero sabes no quiero ser tu amigo - mencionó mirándome y fruncí mis labios.
Cuando estaba apunto de decir algo él se acercó a mi lado suspirando nervioso para luego hablar.
- Quiero ser tu novio nuevamente.... ¿Me dejarías serlo? - tragué en seco ante su pregunta, mi corazón latía muy rápido y el esperaba una respuesta de mi parte.
Lo miré y asentí, ante mi respuesta sentí sus brazos rodearme en un cálido abrazo, mientras acariciaba mi cabello, después de unos segundos se separo de mi, acunando mi rostro entre sus manos y depositando un suave beso en mis labios para después sonreír.
El timbre sonó indicando que podiamos irmos entonces el se puso de pie extendiéndome su mano con una hermosa sonrisa, la tomé y comenzamos a caminar juntos hacía la salida mientras recibíamos miradas de sorpresa y enojo al mismo tiempo.
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