Capítulo 19

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Debería estar enojada.

No, no solo enojada. Debería estar furiosa como nunca antes.

En cambio, mi cuerpo quema, y con la única persona con la que estoy enojada es conmigo misma.

—Tengo entrenamiento de hockey. ¿Quieres que vayamos juntos?

Apenas registro cuando Ashton me habla. El chico también está fumando un cigarrillo como si no estuviera en medio del estacionamiento de la escuela.

Me siento perseguida, a pesar de que sé que Ash no puede ver las marcas a través del abrigo y de mi pelo suelto. Lo último que quiero es que se entere de lo que pasó, a pesar de que Damon estaría reluctante de que así fuera.

Pienso decirle que no, ya que mi entrenamiento comienza media hora después que el del equipo de hockey, pero una loca idea aterriza en mi cabeza.

Ve con él, solo para que Damon siga reclamando lo que es suyo.

Me siento sucia por pensarlo, pero sin siquiera procesarlo me encuentro acompañando a Ashton a su auto, incapaz de mirar si Damon nos está viendo.

Dios, por qué estoy tan loca.

—¿Podríamos pasar a mi casa? Tengo que buscar mi ropa.

—Pensé que todos dejaban su ropa en los vestidores.

Así era, pero si quería tapar las marcas tendría que usar un chaleco con cuello alto. Mi pelo no cubriría nada en el entrenamiento.

—Sí, es que olvidé llevar un recambio —miento patéticamente, pero Ash no parece prestar atención.

Luego de encontrar el único chaleco de cuello alto que tengo en mis pertenencias, pasamos el rato con Ashton viendo televisión. Le gusta ver reality shows basura igual que a mí, así que nos pasamos riéndonos de los concursantes durante la siguiente media hora hasta que es hora de irnos.

Cuando llegamos, todas las miradas están sobre nosotros. El equipo de hockey no sabe qué pensar de Ashton, menos cuando está al lado de la némesis de su capitán estrella, pero nadie dice nada mientras nos abrimos paso a través del pasillo. Ashton me deja junto a las gradas mientras se va a cambiar. Aún queda un rato para mi propio entrenamiento, así que he decidido ver un poco el de ellos.

Damon ya está dentro en el hielo con su uniforme de entrenamiento, pero no está haciendo nada con el palo de hockey.

Está mirándome, y pienso que estará enojado porque vine aquí con Ashton, pero en cambio me regala su sonrisa habitual.

Sonrisa sádica.

Sonrisa llena de promesas de problemas.

Un poco incómoda al recordar lo que había pasado en el almuerzo, dejo de mirarlo rápidamente y me concentro en mi celular, como si de pronto instagram fuera lo más interesante del mundo.

Unos minutos más tarde el entrenamiento comienza, y todo lo que puedo ver es a Damon, pero él es todo negocios mientras entrena con su concentración intacta.

Lo he visto decenas de veces entrenando. Nunca he sido bienvenida a un partido por lo que nunca lo he visto realmente jugar un partido real, pero durante los entrenamientos, cuando las gradas están vacías, puedo admirarlo a lo lejos, y ahora que tengo a Ashton de cuartada, no tengo que esconderme entre las sombras.

Estoy pensando en eso cuando Ashton recibe la pelota en un descuido de Damon. Frunzo el ceño ante la mala jugada; Damon es implacable en el hielo, y estaba segura de que no perdería el disco de una forma tan estúpida.

Stone cold touchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora