A la mañana siguiente, mamá se ofrece llevarme a la escuela, así que acepto con gusto. Hace incluso más frío que ayer y no tengo ganas de congelarme el culo caminando a la escuela.
Mientras mamá me cuenta un poco acerca de su nuevo jefe, yo me encuentro mirando con ansiedad mi mochila, donde cargo la sudadera que Damon me había pasado cuando me presenté en su casa. Ayer había querido devolvérsela, pero como si no fuera lo suficientemente rara, quería dormir una noche más con ella, por lo que lo había pospuesto para hoy. Sin embargo, luego de lo que había pasado ayer en los vestidores, no estaba segura de cómo enfrentarlo. A esta altura, ni siquiera estaba segura de que fuera a llegar a la escuela sin el rumor ya esparcido de que había dejado que Damon Hunter metiera su mano entre mis piernas y que además había rogado por ello, así que dejo la sudadera en los asientos traseros para no tener que llevarla conmigo.
Luego de que me despido de mamá y entro a la escuela, me siento completamente perseguida. Ya podía imaginar a Fred preguntándome si era verdad lo que estaban diciendo de mí y de Damon, y a mí escapándome para vivir en el polo norte aislada de cualquier contacto con la civilización.
Cuando entro a la escuela, nadie me mira de forma diferente, y cuando encuentro a Fred me saluda como es costumbre sin preguntar nada. Puede que esté cantando victoria muy rápido, ya que las clases no han empezado y queda bastante tiempo para que Damon pueda contarle a todos lo fácil que me vi entregándome a él, pero al menos puedo respirar tranquila por un periodo más.
—¿Qué nos toca en el primer periodo? —pregunta Fred dos minutos antes de que toquen la campana.
—Biología. Salón 213. ¿Cómo te fue en tu cita de ayer? —le pregunto una vez salgo de mis divagaciones mentales y recuerdo que Fred iba a tener una cita con un chico que conoció en Tinder.
—Estuvo bien —se encoje de hombros—. Al menos no me asesinó ni cortó en cuadritos.
—Bueno, supongo que esa es una variable para tener en cuenta el éxito de una cita—me rio y comenzamos a caminar al salón.
—Lo es cuando tu cita sale de Tinder —masculla, como si fuera obvio.
—Entiendo —me sigo riendo—. ¿Y qué tal?
—Era lindo. No pudimos hablar mucho porque aparentemente se presentó una emergencia. Pero ya sabes, probablemente no le gusté y decidió irse. Agradezco la excusa decente, de todos modos.
—Quizá tenía una emergencia de verdad —sugiero.
—Nah, no lo creo, pero lo sabremos si es que vuelve a textearme —dice, un poco deprimido—. Pero pasado pisado, ¿no? Además, ¿qué hay de ti? ¿Cuándo buscarás un chico guapo por Tinder?
—A diferencia de ti, todavía no tengo 18 para poder usar Tinder—ruedo los ojos.
—Qué mojigata. Solo miente, no es como que el FBI vaya a venir a buscarte por falsificación de datos personales.
—No estoy tan desesperada.
—¿Insinúas que yo sí? No, no respondas. Claro que lo estoy.
Cuando llegamos al salón, Damon ya está sentando en su asiento habitual. Cuando nuestras miradas se encuentran casi instantáneamente, siento que quiero morir de vergüenza, así que me apresuro rápidamente a mi asiento y saco mi cuaderno de biología como si fuera lo más importante del mundo.
Soy perfectamente consciente del cambio en mi cuerpo. Estoy excitada, pero también estoy completamente avergonzada y paranoica. El chico sentado unas filas más atrás no solo era mi enemigo número uno, ahora también era mi primer beso y mi primer... bueno, la base que fuera a la que habíamos llegado.
Había estado una parte de la noche preguntándome cómo podía haber sido tan estúpida, pero la mayor parte solo estuve rebobinando la escena en mi cabeza para no olvidarla nunca. Ya estaba cansada de preguntarme qué estaba mal conmigo, porque definitivamente algo estaba mal con Damon también y estaba segura como el infierno que él no se recriminaba por ello. De todas formas, ¿cómo le explicabas a tus incontrolables hormonas adolescentes que tu integridad era más importante que el chico más guapo de la historia besándote y tocándote? Aún no encontraba la manera.
—¿Estás bien? Estás un poco roja —Fred me frunce el ceño.
—Uhm... me siento un poco acalorada por tanta ropa que llevo encima —miento horrorosamente, pero Fred no parece tomarle importancia.
El resto de las clases me siento igual de aturdida que la primera, pero a medida que pasan las horas y todavía nadie se ha enterado de lo que pasó ayer entre nosotros, voy respirando un poco más tranquila, lo que se acaba cada vez que veo a Damon y flashbacks del día anterior nublan mi visión.
Si antes solía evitarlo como la peste, ahora lo estaba evitando como al apocalipsis. Damon no estaba interesado en darme una segunda mirada, pero me sentía demasiado sugestionada como para que eso me tranquilizara, así que pude evitarlo durante todo el periodo, y cuando llegué a la pista, pude mirarlo de lejos mientras entrenaba con el equipo de hockey.
Durante el primer mes de clases del año pasado, solía mirarlo todos los días a la distancia, preguntándome qué podría haber hecho posiblemente mal para ganarme el odio de alguien que parecía tan amable y además era tan talentoso en el hielo.
Damon se movía como una gacela, pero las estocadas en el hielo parecían hechas por un león. Atravesaba el hielo y esquivaba como nadie. Cada vez que el palo de hockey golpeaba al disco en dirección al arco opuesto, era un punto seguro si Damon estaba del otro lado.
Luego del primer mes, Damon me había desterrado lo suficiente al sufrimiento social como para tener que obligarme a dejar de admirarlo a la distancia. Sinceramente, no sé qué hacía aquí ahora. ¿Siendo la misma chica tonta que era hace un año? ¿Con el corazón esperanzado y la necesidad de aprobación de el chico más imbécil del país?
A veces seriamente dudaba de mi sanidad mental.
Locura atrae locura.
Si Damon me había tocado y besado así no era porque quisiera; no era porque sintiera una extraña y retorcido atracción hacia mí. Esto era un juego de poder, y ese solo era Damon Hunter demostrándome que podía y que yo siempre caería como la tonta que soy.
***
Eso es todo por hoy, espero disfruten los capítulo. Como siempre, gracias por todos sus comentarios, estaré respondiéndolos hoy <3
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Stone cold touch
RomanceBlakely "Blake" Brooks es una prolija patinadora artística. Damon Hunter es un aclamado jugador de hockey local. Luego de que su padre las deja sin nada, Blake y su madre se ven obligadas a mudarse a la única propiedad que aún poseen en la hermética...