#kiribakumonth

Día 17

Tema libre

Kirishima recuerda con claridad todos y cada uno de los momentos.

A pesar de que Eijiro no se caracteriza por tener una gran inteligencia, posee una gran memoria que le permite recordar detalles que para el resto serían insignificantes, pero para él, tienen una enorme importancia.

Cómo cada noche, Kirishima abandona el comedor en cuanto termina su plato, sonríe a sus compañeros, y casi de forma automática, repite la misma frase que la noche anterior "Creo que me iré a dormir ya". Para el pelirrojo, ya es costumbre dirigirse medio corriendo hacia su habitación varonil. Abre la puerta, aparta un par de pesas del suelo mientras se quita el uniforme, y se tumba en la cama. Y una vez ahí, por primera vez en todo el día, se permite descansar.

Kirishima cierra los ojos, y cuando los abre, descubre a su lado a su mejor amigo.

Un par de lágrimas se le escapan al pelirrojo, quien aprieta con fuerza la mano del chico rubio. No era real, para él no era posible estar junto a Bakugo de esa forma, tumbados uno junto al otro después de todo por lo que habían pasado.

Kirishima todavía seguía sin creer como su mejor amigo, se había enamorado de él. De alguien tan inútil y patético, con un don mediocre e incapaz de ser un buen héroe. En cambio, su amigo era todo lo contrario. Katsuki era todo lo que él deseaba ser. Pero sin que Kirishima se diera cuenta, Bakugo se convirtió simple y únicamente, en todo lo que deseaba, sin más.

Bakugo se limitó a observar con detenimiento como las lágrimas mojaban la almohada que compartían. No se movió, no dijo nada. De todas formas, Kirishima ya se había acostumbrado al nuevo comportamiento del rubio.

El nuevo Bakugo era tranquilo, atento y siempre acompañaba a Kirishima allá donde fuera.

El nuevo luchaba con el recuerdo del antiguo Bakugo, quien habitaba constantemente los pensamientos de Eijiro. Ese Bakugo que tanto le dolía recordar. Ese Bakugo que había conseguido hacerlo brillar. Ese Bakugo que había sido la persona a la que más había amado nunca.

Las lágrimas se convirtieron en llanto, y mientras separaba poco a poco su mano de la de su amigo, Kirishima cerró los ojos.

Cerró los ojos y recordó. 

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Como el concepto de hoy era "Tema libre" he decidido publicar la introducción de un fanfic que empecé a escribir hace un tiempo pero que nunca llegué a publicar. 

Quizá algún día me animo a subir la historia completa.

Espero que os haya gustado :)