Un mes más tarde.
Mi vida a dado un giro de trescientos sesenta grados, de vivir a mi manera sin preocupaciones ni pagos, a lo que yo tengo que pagar, a tener que trabajar un turno de cuatro horas, estudiar, ir a la universidad y soportar a una niña presumida que para mi desgracia es mi compañera.
Sofía no para de hablar sobre su novio y de lo atleta y bueno que está , según ella es rubio, ojos verdes, alto y musculoso, el típico de película ¿no?
Ya había terminado las clases y me encontraba estudiando, para el examen de matemática de la semana de que bien.
—Mira Dafne te lo digo bien claro y tú eliges ¿Okay? —dio una breve pausa y siguió hablando — esta noche va a venir mi novio y pues se va a quedar a dormir.
—¡Pues iros a un hotel! No quiero escuchar porquerías.
—Ay no bonita te vas tú o las escuchas- se comenzó a reír.
—No me gustaría escucharte así que mejor me voy.
Cogí mi mochila y metí mi libro de matemáticas y sociales, sus dos libretas , mi portátil, mi estuche y una ropa de recambio que consistía en una sudadera negra con frases en morado y un pantalón vaquero pegado. Metí me neceser y me fui.
Ese día no trabajaba por que era mi día libre, trabajo como extra en un bar, iba de 12 a 4 de la tarde aunque si se llenaba seguía hasta las seis.
Iba caminado por La Rambla, con apuntes en las manos y me dirigía a un hotel que había cerca para pasar la noche.
No iba mirando por donde iba y me choque con alguien.
—¡Mierda! —susurre.
Los apuntes se cayeron al suelo y se esparcieron por la acera.
—Perdón no miraba por donde iba.
— No pasa nada—levante la mirada un vi a un chico moreno, más alto que yo y delgado se me hacía conocido.
—Toma, lo siento mucho—dijo mientras me daba algunos de mis apuntes.
—Perdón yo, no iba mirando—me disculpe.
Entonces comenzó a llover, todavía el hotel me quedaba lejos, así que rápidamente guardé mis apuntes en la mochila y le dije al chico.
—¿Sabes donde queda el hotel "Por las nubes"?
—¿Eres nueva?
—Bueno me mude hace un mes, estoy estudiando en la universidad "Santos segundo".
—Oh, pues ven a mi casa—sonrió el chico.
—No, no quiero ser una molestia.
Empezó a llover más fuerte.
—De verdad insisto, y el hotel todavía queda lejos y te vas a empapar.
Después de pensármelo en un segundo, acabé asintiendo, me llevo a su coche y me senté en el asiento de copiloto.
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𝗠𝗼𝗿𝗲 𝘁𝗵𝗮𝗻 𝘄𝗼𝗿𝗱𝘀• Pedri González.
FanfictionElla es nueva en la ciudad. Él es futbolista. Ella está centrada es sus estudios. Él vive del su juego. Ella está desesperada por encontrar una hogar. ¿Surgirá un amor? ¿O, simplemente quedarán como conocidos? EN ESTA HISTORIA NO HAY COVID.