𝗠𝗼𝗿𝗲 𝘁𝗵𝗮𝗻 𝘄𝗼𝗿𝗱𝘀• Pedri González.

Capítulo 33

WE.

Pasamos por el paseo marítimo y decidimos bajar a la playa, un lugar que me recuerda a mi casa, mi antigua hogar Málaga, donde las mayorías de mis recuerdos proceden.

Nos mojamos los pies con la pequeñas olas que traía la mar, la sal entre mis dedos, y la arena en mi talón, mi canario y yo con las manos entrelazadas, en un silencio único y tranquilo, bonito y amoroso.

Muy nuestro.

Caminamos sin detenernos, caminamos hasta llegar a unas piedras, unas encima de otras, me apoye sobre ellas y él pasó su brazo por mi hombro, acercándome a él, atrayéndome a él.

Su olor llegó a mi, ese olor tan familiar y tan rico, cerré los ojos para quedarme con todo de él.

A mi mente llegaron nuestros momentos juntos.

Cuando me ayudo con el accidente.

Nuestro primer beso en la fiesta, bajo la luz de la luna y rodeados de naturaleza.

Nuestro beso de reencuentro después de que volviera de Málaga.

Como me mira.

Como lo miro, con un brillo especial.

Nuestras noches abrazadas mientras vemos una serie o película.

Pero siempre viene a mi una pregunta.

¿Como ocurrió todo?

¿Como pasó todo?

Porque al fin y al cabo somos nosotros, dos locos enamorados, que sienten más que palabras, pero palabras prohibidas, secretas y de un único significando; amor. Eso es lo que sentimos ambos, pero ninguno estaba listo para dar el paso. No queremos dañar lo que hemos creado juntos, nuestro mundo, uno paralelo que nadie sabe dónde está solo nosotros. Ese mundo en el cual podemos soñar y crear a nuestra manera.

Ese amor que solamente nosotros entendemos, que sentimos e imaginamos un futuro no muy lejano como nuestro romance. Donde en el cual desgastarnos de amor y podrirnos juntos dándonos un beso de amor verdadero de más de mil años, abrazados o recostados da igual.

Porque es nuestra conexión y nuestra forma de ver las cosas malas y las buenas. Porque joder estoy tan jodidamente enamorada que estoy hasta ciega, solo lo veo a él, sus imperfecciones y perfecciones, su sonrisa, su puta sonrisa esa que tanto he besado y mirado. Su mirada profunda y única, y su amor hacia mi, uno único que él solamente me puede dar, como me mira como si fuera su partido favorito, como si fuera su balón con más cariño.

Es nuestra maldita pasión que sentimos únicamente él y yo, el canario y la morena, Pedri y Dafne.

La música sonaba a conjunto de nosotros, ambos abrazados viendo el atardecer, el sol marchándose y dando paso a la luna, que nos acompaña cada noche.

-Dafne, estoy tan jodidamente enamorado de ti, que no lo puedo gritar más alto.

-Canario, te amo demasiado que duele. Duele mucho.

-Conmigo nunca nada te puede doler ¿de acuerdo?-me limpio las lágrimas que resbalaban por mis mejillas.

Asentí-De acuerdo-apretujó su agarre en mi y beso mi cabeza.

-No te separes de mi.

-Nunca lo haré canario, nunca.

Nos fundimos en nuestro beso, nuestro beso favorito uno que decía mucho, amor, cariño, sensibilidad y miedo, un miedo poderoso de que esto que hemos construido poco a poco se rompiera. Pero en eso se basaba una relación, en un sin fin de emociones tanto malas como buenas, el dolor nos acechó y la protección también.

Pero al fin y al cabo en eso consistía el amor.

• F I N •
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Escribí este final con estas canciones;

Before you go.-Lewis Capaldi.

All the kids are depressed -Jeremy Zucker.

Drivers license -Oliva Rodrigo.

The night we met-Lord Huron.

As the world caves in -Sarah Cothran.

~Love.