Patito feo➫Kookmin©

|6.

[👓]

Para cuando Jungkook volvió con Yu gyeom y su asistente, Jimin ya tenía su nueva oficina lista y en funcionamiento.

La verdad es que le gustaba más estar así que expuesto a cualquier venidera burla, a demás estaba en el mismo lugar que el señor Jungkook y eso le hacía sentir un poco más seguro.

Tenía todo lo necesario para comenzar con el informe, tan solo le faltaban los datos que le conseguiría la asistente del hombre que lo odiaba, el pelinegro jamás se había sentido tan atacado y humillado con una persona, es decir, sí se asqueaban al verlo pero de sus bocas no salía tanto veneno. Con bugy era otro cuento y ni con él se sintió así. En el fondo le había dolido más porque sus jefes estaban presentes, sobre todo por el señor Jungkook.

Jimin era una persona muy frágil y sentimental. Desde que nació sus actitudes siempre eran más delicadas que de los otros niños y en su adolescencia supo que era un doncel cuando su vientre dolió a horrores, entonces todos comprendieron porqué era como era. Sin embargo, nadie más que sus padres y Taehyung sabían sobre su condición.

—¡Jimin!—. Exclamó una voz zarandeándolo. Abrió los ojos en grandes, viéndose aún más ojon con esos lentes sobre su rostro.

—¿Q-qué... Señor Jungkook?

Espabiló cuando ese nombre salió de sus labios, y se enderezó rápidamente en el asiento.

—¿Qué pasó con usted será? ¿Qué hacía durmiendo? Lo necesito.— su voz era impaciente y su ceño estaba fruncido.

—Y-yo... A-a señor, no estaba durmiendo, solo esperaba por usted para empezar con el informe...— tartamudeó carraspeando molestamente.

Jungkook entre cerró sus ojos asintiendo.— Bueno, ya llegamos, la asistente de Yu gyeom lo espera en la sala de juntas. Vaya, ahora.

—S-si.. Claro, señor.— el pelinegro se levantó rápidamente y salió de la oficina yendo directamente a la sala de juntas donde una mujer anciana lo esperaba sentada— Buenas...— murmuró con una reverencia, adentrándose al lugar.

—Oh, hola, tu debes ser Jimin.— la mujer sonrió asintiendo en respeto. Él le mostró también su ortodoncia, considerándola amable. A decir verdad, Jimin esperaba una persona joven y tan amargada como su jefe, sabía que estaba pensando mal, como lo hacían las personas que no lo conocían con él, pero ¿qué más podía esperar en esa empresa llena de gente bonita? Pecaba por humano. Sin embargo menguó todo pensamiento irracional y se sentó en una de las sillas, frente a ella.

—Es un gusto conocerla...

—Song Sookhee.— se presentó.

—Bien, señora Song, podemos empezar cuando guste.— la mujer rió negando con las manos.

—Por favor dime Sook, y podemos comenzar ya.— sonrió tendiéndole una carpeta.

...

Jungkook salió de la empresa junto con Jackson, eran las doce del medio día y la hora del almuerzo también. Ellos irían a cualquier restaurante sofisticado, pero Jimin no. A él le tocaba ir a un restaurante más humilde y con precios accesibles para su bolsillo.

Cuando supo que era hora de su descansó bajó a la recepción. Tenía que preguntarle a alguien sobre algún restaurante económico, así que salió de la empresa llamando la atención del portero.