Patito feo➫Kookmin©

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Jimin estaba seguro que ese lugar no era para él, en lo absoluto lo era. Estaba empezando a arrepentirse de haber ido sabiendo lo que se encontraría en un lugar como ese; belleza, elegancia, glamour. Nada de que tuviera que ver con él tenía alguna de esas definiciones, por el contrario, estaba fuera de lugar y todos lo estaban notando.

Al segundo día, como Angelina había acordado con él, fueron a hacer los primeros deberes del horario que consistía en asistir a la organización del evento tras bambalinas, es decir, conocer al personal y asegurarse de que todo estaba yendo en orden.

Luego de un buen desayuno cumplieron otros tipos de tareas más sencillas; como tener en orden el lugar donde las modelos estarían y que los reporteros no fueran a invadir el espacio personal de nadie. Todo estaba siendo minuciosamente planificado y ordenado.

Jimin se dió cuenta que Angelina era parte del personal que estaban a cargo de todo lo que respectaba al evento y su organización dentro y fuera. Ella normalmente tenía todo bajo control, lo único que hacía Jimin para ayudarla era responder llamadas, recordarle notas, o anotarlas y estar a disposición de su jefa todo el tiempo que estubieran fuera del hotel. No se quejaba, era un trabajo entretenido.

Fueron dos días después que sus ánimos menguaron dejando sus inseguridades a la luz.

Esa noche debían acompañar a las modelos a su prueba de pasarela en la playa. El plan consistía en entrevistar a cada una de ellas, tendrían que modelar sobre la arena y parte del muelle, también tendrían sesiones de fotos con los invitados y debían relacionarse con el público. Claramente Jimin tenía que estar presente porque Angelina debía estar evaluando y teniendo todo en orden.

Antes de salir hacia la playa, en su habitación, estaba entrando en una pequeña crisis.

Jamás en toda su vida se había sentido tan mal de vestirse como se vestía, nada de su ropa era apta para una noche de gala, si iba a jeans y camisa cerrada sería el centro de atención por razones negativas. Se negaba rotundamente a seguir pasando tanta vergüenza en la vida.

Estaba apunto de llorar y pedirle disculpas a Angelina por teléfono cuando la puerta de su habitación fue tocada.

Se limpió los ojos rápidamente con la toalla y luego de tres suspiros al aire fue a abrir la puerta consiguiendose a una muy hermosa Angelina.

—¡Jimin, no estás listo!— fue lo primero que exclamó pasando por su lado— ¡Se está haciendo tarde! Debes ir a vestirte.— Jimin asintió apenado bajando la cabeza— ¿Qué pasa? ¿Por qué no te vistes?

—Mmm..— divagó un poco, no sabiendo cómo decirle su inquietud.

Sin embargo, ella lo notó, porque parecía que en cuanto a Jimin se respectaba ella lo sabía todo, o es que él era simplemente un libro abierto.

—Solo dímelo, sabes que también estoy aquí para ayudarte a tí.— dijo comprensiva tomándolo por su mano.

Jimin subió la mirada a sus ojos, y asintió lentamente. Ella tenía razón, ella era un ángel.

—N-no... No tengo ropa para esta noche...— susurró apenado— Traje ropa para trabajar, no para ir a un evento como ese... Yo no debería ir.

Ella solo sonrió, le acarició el hombro y salió por la puerta sin decir nada.

Jimin miró el corredor hacía afuera, frunciendo el ceño con mucha confusión.