|13.

1.9K 226 29
                                    

[👓]

Avergonzado y humillado.

Así se sentía el pelinegro en esos momentos. Tan, tan profundamente avergonzado, él quería que la tierra se lo tragara en ese mismo instante y lo escupiera en el océano o en cualquier otro lugar.

Estaba sentado en una de las sillas de la sala de juntas, con la cabeza gacha, con los lentes en una mano y con un pañito en la otra. Justo frente a él estaba su jefe, mirándolo.

A pesar de que su estado era lamentable, podía repetir en su mente una y otra vez el abrazo que Jungkook le había dado. El hombre simplemente lo había tomado entre sus brazos y lo había consolado en silencio. ¿Cómo es que aún estaba vivo con absolutamente todo lo que había sucedido? No lo sabe, pero opina que se mantiene en pie por sus experiencias pasadas y que no es la primera vez que lo tratan de esa manera.

Claro que está vez había sido el doble de denigrado.

Ninguno de los dos había hablado algo más desde ese momento, Jimin no era capaz de elevar la mirada y encontrarse con esos ojos oscuros llenos de pena y lastima por él, eso era algo que no quería ver. Tampoco sabía porque Jungkook todavía estaba ahí, claramente el pelinegro necesitaba espacio para recoger sus pedazos del suelo y volver a ser el mismo, solo necesitaba un poco de tiempo y llegar a su casa cuánto antes.

Pero eso no sería posible porque aún le quedaban unas horas de trabajo, y luego sus padres lo interrogarian y de ninguna manera les diría lo que le acaba de pasar. Ellos harían un escándalo y sinceramente ya estaba lo suficientemente avergonzado para añadirle un poco más.

—¿Estás mejor?—. Preguntó Jungkook, rompiendo el silencio que los rodeaba.

—Si.— murmuró, aunque era obvio que no lo estaba.

—¿Tienes hambre?

Jimin frunció el ceño.

—Bueno, un poco, eh... ¿Usted tiene hambre? Puede irse si es lo que necesita, yo estoy bien.

Sintió a su jefe moverse y luego una mano tatuada y grande posarse sobre su rodilla haciéndolo inmediatamente elevar la mirada. Aunque no enfocaba su hermoso rostro podía notar que el azabache lo estaba mirando, y agradecía ver borroso sin lentes o hubiera visto lo que no quería ver en ellos.

—Lamento todo lo que sucedió hace un momento... Lalisa, no se que ocurre con ella, pero prometo que haré que se disculpe contigo-

—¡No! No... No importa, está bien.— denegó cerrando los ojos y aspirando aire— no quiero más problemas.

—No, Jimin, ellos deben disculparse contigo y punto. Tú estás aquí por mí, porque yo te contrate y lo más importante de todo es que estás aquí porque eres inteligente y funcionas bien conmigo, así que lo siento pero no puedo permitir que ellos te traten de esa manera.— el pelinegro tragó saliva, sintiendo el bombeo de su corazón tornarse erratico, su visión se nublo un poco pero él asintió bajando de nuevo la cabeza, no quería que lo viera llorar nuevamente.

Sin embargo los planes del azabache eran otros, él tomó su barbilla y elevó su mirada.

—No sé porque permites que la gente te diga esa clase de cosas, pero no puedo tolerarlo, mereces más ¿Lo sabes, no?

Patito feo➫Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora