Patito feo➫Kookmin©

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Era hora de la verdad, y Jimin estaba aterrado.

Sentía nervios, las manos sudorosas y le picaba la nariz.

Había contactado al abogado de Jungkook, debido a que realmente no tenía las agallas para hablar con él directamente. No quería hablar con él, aún se sentía avergonzado y lastimado por todo lo que Lisa le había dicho y aunque Angelina lo había ayudado bastante a superar ese hecho aún quedaban secuelas.

Es que, como le vería la cara al hombre que había estado jugando con él todo ese tiempo, le creyó y resultaba que todo era mentira, se sentía tan estúpido. Cayó como un iluso creyendo que un hombre como Jungkook lo amaría de verdad sabiendo que era el hazme reír de todos en la empresa y en la vida en general. Imposible, le daría algo en el corazón de los nervios que sentía.

Aún así, a pesar de todo sabía que debía reunirse con él y su abogado. Estaba al tanto de que Jungkook quería formalizar y desligar la empresa que crearon de Modas Jeons y necesitaban su firma porque era parte del contrato.

También lo hacía por Taehyung, podría seguir siendo parte de la empresa cómo había sido anteriormente. Solo que esta vez no iban a participar ambos. A pesar de haber puesto su empeño en ello, dejaría de lado eso con tal de no verlo más.

En ese momento estaba esperando al taxi que lo iba a pasar buscando para dejarlo en el banco, ahí se encontraría con Jungkook y no sabía que más pensar, tenía tantos nervios.

Solamente él sabía lo tanto que aún sentía por ese hombre. Y lo tan mal que se sentía consigo mismo por ello.

...

Jungkook estaba que levitaba de lo ansioso que se sentía, caminaba sin descanso de un lado a otro. El abogado lo miraba con impaciencia extrañado por la actitud del hombre.

—¿Estás bien? ¿Tan importante es esto para ti?— y aunque el abogado no estaba enterado de nada, no sabía lo acertada que era su pregunta. Él simplemente asintió, a ambas.

Veía el reloj de su muñeca cada cuanto esperando ver la hora exacta en la que Jimin llegaría. Ansiaba verlo, necesitaba saber cómo estaba, por qué se había ido, necesitaba hablar con él. Tenía tantas dudas.

Jimin no lo sabía pero era dueño de la mente de ese azabache.

—¿Crees que hoy si venga? El director no nos dará otra oportunidad.

—Él vendrá.— dijo más para sí mismo que para el abogado.

En cuanto la puerta de la oficina se abrió y apareció la secretaria del director del banco ambos estaban al tanto que debían seguir a la habitación. Jungkook se estreso un poco, faltaban exactamente cinco minutos para que la hora que los citaron diesen y el pelinegro nada que aparecía.

El abogado le hizo señas, indicándole que avanzara a la oficina y así hizo. Ambos hombres en trajes costosos pasaron con una suave reverencia y se sentaron.

—¡Que bueno volver a verlos! ¿Y el otro socio?

—Está en camino, señor.— respondió Jungkook queriendo confiar en Jimin.

—Bien, recuerden que les dí larga porque eres gran amigo y beneficiario de este banco, solo por eso.

—Gracias señor, de verdad.