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Jimin estaba nervioso. Aterrado, mejor dicho. Horas antes había estado normal, atareado con los últimos retoques para la pasarela, el lugar, las modelos, y todo aquello que tuviera que ver con la colección. Obviamente él no era el encargado de absolutamente nada dentro del lugar, pero por ser el secretario del señor Jungkook debía estar presente, detrás de bambalinas pero presente.

Había estado anotando quienes llegaban, que faltaba, quien no vendría, que sobraba y todo estuvo bien hasta que las siete de la noche se dieron y ya debían estar partiendo al club donde sería el evento. No le había tomado real importancia a la situación, es decir, pensaba que iría, duraría ahí todo lo que el señor Jungkook quisiera y luego se iría a su casa y más nada.

Claro que no tomaba en cuenta dos muy simples cosas. La primera era la hora; sus padres estaban molestimisimos y angustiados por él, sabía que eso terminaría muy entrada la noche. Cuando llamaron preguntando porqué no había llegado aún no le quedó de otra que decirles la verdad.

-Hoy es el desfile de la nueva colección de Modas Jeon's, no puedo faltar e irme a casa, papá.- había explicado por el teléfono de la oficina.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Para qué te necesitan ahí? No, no, usted se me viene ya a casa, Park Jimin.- y dicho eso había colgado sin poder decir nada más.

Los del cuartel lo veían un poco preocupados. Las dos chicas amigas se acercaron a él y le abrazaron por los lados.

-Ay, Jimin... ¿Qué harás ahora?-. Preguntó una de ellas acariciando su espalda.

-Creo que deberías hablar con el jefe... Él lo entenderá.- había dicho Yoongi con convicción. Jimin en cambio abrió los ojos un poco asustado, ya tenía un pequeño problema con su jefe, no quería añadir algo más a la lista que lo hiciera quedar aún más mal que antes.

-No... No puedo hacer eso, chicos.. yo debo ir, él me lo pidió desde temprano.

Youngjae puchereo mientras comía unas papitas- Una lastima que no podamos acompañarte.

Jimin frunció el ceño, un poco confundido.

-¿Ustedes no irán?

Todos se rieron amargamente mientras negaban con la cabeza, en total desacuerdo por eso.

-A los del cuartel nos tienen vetada la entrada.- Le contó Yoongi- la única que tiene suerte de entrar es Wendy y porque es la secretaria de la señorita Lalisa. Ah y ahora tú, con suerte podamos colearnos con tu ayuda.- bromeó.

El pelinegro se rió por lo bajo.

-¿Y por qué los vetaron?

-No combinamos con su ostentosidad.- respondió un poco dolido Seokjin. El pelinegro opinaba que entre todos los del cuartel, el chico era el más hermoso, así que no entendía porque decía eso- No llevamos joyas, no llevamos ropa de marca y no somos importantes para ellos.- completo, como si hubiera leído los pensamientos de Jimin.

Entonces ahí radicaba la segunda otra cosa que ignoraba; su presencia física, es decir, tan simple como Seokjin había dicho, él tampoco tenía nada de aquello. Su veintiunico traje negro lo llevaba puesto y estaba demás decir que era de segunda mano, sus botas de la suerte estaban con él y su cabello tenía kilos de gel encima pero que él consideraba que estaba bien.

Patito feo➫Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora