Prólogo

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¿Quieres que la sostenga por ti? — la voz de Charles me saca de mis pensamientos.
Lo observo por un par de segundos y luego le doy a Nathalie, no sé quién pensó que era una buena idea darle a esa niña algo de dulce y ahora parece un pequeño ventarrón, no está corriendo sencillamente porque no he dejado que se ensucie la ropa.
Es su primer cumpleaños y lo estamos celebrando con nuestros amigos más cercanos y un par de amigos de Natalie.
Me levanto del sillón cuando Charles camina hasta donde están los demás sosteniendo conversaciones, camino hacia el balcón porque definitivamente necesito tomar aire, estoy cansada, durante todo le día he hecho diferentes cosas y cada vez me siento más cansada, estoy la flor de mi juventud y siento que cada vez mi energía se drena más rápido.
Cierro los ojos unos segundos cuando el aire frío me choca en el rostro, se siente demasiado tranquilizador, a veces siento que me asfixio cuando tengo tantas personas alrededor. Miro hacia la carretera y suspiro. Ya llevamos casi dos años viviendo en Canadá y el frío de las noches lo único que hace es reconfortarme.
Miro a un lado del balcón en el piso donde se encuentra tirados algunos juguetes de mi hija y no puedo evitar sonreír, esa pequeña es lo mejor que me ha pasado en los últimos cinco años, no la pedí pero no hay un solo día en el que no agradezca el hecho de que ella esté en mi vida. Pero a veces, como en este momento, me es inevitable no pensar en su padre.
Kylian prometió que se mantendría fuera de mi radar, en especial cuando aún no se sabe nada del paradero de Alicia. Desde la vez que se apareció en mi casa él y yo no hemos hablado nunca más, pero desde ese momento mi decisión no ha hecho más que atormentarme. Sé que hice lo correcto, sé que todo esto lo hice por proteger a mi hija, pero cuando pienso en Kylian el corazón se me hace de piedra, tiene una hija de la cual no tiene idea rondando por el mundo, no es muy justo al final de la historia.

Mi celular comienza a sonar en la mesa de la cocina, suena a locura, pero esto de ser madre agudiza tanto el oído que a veces siento que soy una especie de superhéroe. Camino hasta la cocina y suspiro cuando veo que es una llamada de Victoire. Debe llamar para desearle feliz cumpleaños a mi hija.

Hola Victoire — la saludo cuando respondo.

¡Andrea! — me saluda demasiado emocionada para mi estado de ánimo. —¿Cómo estás? — pregunta.

Estoy bien, no es como que muchas cosas hayan cambiado desde que llamaste ayer — le digo en un tono un poco burlón y regreso al balcón para escuchar la llamada con mayor tranquilidad.

Bueno, espero que sea así, te llamo porque tengo excelentes noticias ¿Sabes? — dice y descanso mi cuerpo en el barandal del balcón.

No creo que en este momento nada me pueda hacer tan feliz como el cumpleaños de mi hija, pero intenta — respondo.

Alicia está en la cárcel, bueno, en un hospital psiquiátrico, pero es casi lo mismo — murmura y siento que toda la sangre se me congela y no tiene nada que ver con el frio que abraza la ciudad.

¿Alicia?

¡Si! Ya puedes regresar a Francia. ¡Puedes terminar tus estudios! — dice con emoción y yo no puedo evitar las lágrimas que comienzan a llenarme los ojos.

¿Puedo regresar a Francia?

¿Puedo regresar a Francia?

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Buenas, buenas.

Después de mucho pensarlo llegué a la conclusión de que no está bien cortar la historia de Kylian y Andrea ahí.

No cuando están unidos aún.

Así que continuemos esta historia.

Nos vemos la próxima semana con el primer capítulo. I guess.

🤍

Resistiendo《Kylian Mbappé》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora