Yo sólo quería seguir mi sueño de vivir en Francia y hacer mi vida fuera de mi ciudad natal. Y lo logré, logré salir de Colombia, logré estudiar fuera y fui demasiado feliz.
Pero en algún momento del camino las cosas comenzaron a salir espantosament...
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Es completamente estúpido que finja no verla, cuando sé que ella tiene sus ojos puestos en mí, pero después de ocultarle todo ayer y ser capaz de hablarle como si no hubiese pasado absolutamente nada, como si yo estuviese en desconocimiento de lo que diría mi abogado no puedo verla. Pero es que ayer las cosas estuvieron tan bien que lastima, lastima pensar que eso tan sólo fue un momento y que no es la forma como vamos a vivir nuestra vida. No puedo detener el dolor e incluso es horrible pensar en su mirada en este momento. Cuando mi abogado deja de hablar y procede el suyo yo clavo mis ojos en mis manos mientras estoy seguro de que lo que se escucha al fondo son sollozos y quiero girarme para verificar que no se trata de Andrea, pero por más que quiera no puedo mover la cabeza. Si ella está llorando no estoy seguro de que pueda soportar mirarla.
No sé cuánto tiempo me quedo en la misma posición, pero la siguiente vez que miro todos se están levantando de sus sillas así que hago lo mismo y sin girarme en dirección a dónde se encuentra Andrea camino siguiendo a mi abogado.
—¿Qué sucedió? — le pregunto.
—Tenemos una semana hasta la siguiente sección, para que ellos encuentren su contraparte, pero igual nosotros debemos seguir investigando— responde tranquilamente.
Cuando salimos del lugar me doy cuenta de que en realidad me llevan por un lugar oculto y que están haciendo lo posible porque no me vean muchas personas, al final del día esto sigue siendo información privada y mucho más porque es de mi hija de quien estamos hablando, no quiero fotos de mi hija llenando las redes ni mucho menos chismes acerca de la disputa que tenemos con Andrea en este momento.
—Andre, tienes que calmarte, necesitamos irnos y no vamos a poder si no te tranquilizas — escucho la voz de Charles y detengo mis pasos.
Me concentro un poco más y puedo escuchar los sollozos de Andrea.
¿Qué demonios está mal con ella? ¿Por qué está llorando? Así no es como deberían ir las cosas, ella no es del tipo de personas que simplemente comenzará a llorar cuando se siente amenazada. He visto a Andrea estar literalmente entre la espada y la pared, pero rugir con todas sus fuerzas, engañar a quien la ataca y salir con vida de ello. ¿Por qué ahora se derrumba por algo tan sencillo como esto?
Sé que ama a Nath, pero esto no lo hago para quitarle a su hija, no lo hago para que no pueda verla nunca más, sólo quiero que necesite de mi permiso para verla, quiero que dependa de mi estado de humor, así como yo tuve que depender del suyo, esto no lo hago con la intención de escucharla tan destruida, sólo quiero que pase por lo mismo que yo.
—Un segundo — le digo a mi guardaespaldas y camino siguiendo los sollozos de Andrea hasta que la encuentro.
Ella está con la frente pegada a una pared llorando mientras Charles tiene una mano sobre su hombro derecho e intenta consolarla.
—¿Qué sucede contigo? — pregunto en un tono de voz áspero, molesto. Porque lo estoy, me molesta muchísimo escucharla así, me molesta que no esté actuando como se supone que lo haría, desconozco a la persona frente a mí y eso me enfurece.
