Yo sólo quería seguir mi sueño de vivir en Francia y hacer mi vida fuera de mi ciudad natal. Y lo logré, logré salir de Colombia, logré estudiar fuera y fui demasiado feliz.
Pero en algún momento del camino las cosas comenzaron a salir espantosament...
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Me quedo viendo a la nada durante un par de segundos mientras las palabras de mi hermano aún orbitan en mi cerebro. Fue su primea vez viendo a Nathalie, le había hablado un montón de la hija de mi ex pero no había tenido la posibilidad de verla, hasta hace un par de horas que él tuvo algo de tiempo y fue a mi casa para visitarme y por suerte Nathalie se encontraba ahí.
—¿Estás seguro de que no es tu hija Kyky? — fue lo que me preguntó mi hermano después de jugar un par de minutos con Nathalie.
Lo negué, le dije que era del esposo de Andrea, que la había tenido en el tiempo que ella estuvo en Canadá y se quedó callado por un largo tiempo.
—No lo sé Kylian, Nathalie se parece mucho a ti, y más cuando tenías su edad, creo que sólo por las dudas deberías hacerte una prueba de paternidad — me recomendó.
Cuando él lo dijo me hizo un poco de sentido, mi padre también dijo que Nathalie tenía un cierto parecido conmigo cuando era un bebé, pero al final ambos decidimos pensar que eso era tan sólo porque deseábamos mucho que la pequeña tenga algún tipo de parentesco con nosotros y fue hasta ahí a donde llegó la conversación. Pero mi hermano no tiene ninguna razón para decir aquello, no ha desarrollado cariño hacia la pequeña.
Y aunque quisiera con todas las fuerzas de mi corazón que la pequeña Nathalie fuese mi hija estoy seguro de que Andrea no me ocultaría algo así y no la creo capaz de mentirle a nadie acerca de quién es el padre de un hijo suyo.
Mi teléfono suena así que me veo obligado a salir de mi ensoñación, es Genevieve, a este punto debe estar molesta porque llegaré tarde y además de eso llevo conmigo un visitante inesperado a nuestra cita, solo espero que ella no se moleste mucho conmigo. Nathalie está dormida en una silla al lado mío pero no creo que vaya a dormir por mucho más tiempo, usualmente duerme tres horas en la tarde y ya lleva más de dos horas durmiendo.
—¿Hola? — respondo
—¿Dónde estás? — pregunta en un tono claramente molesto.
—Voy de camino
—¿Por qué vienes de camino a la hora que se supone deberías estar aquí? — su tono de disgusto no desaparece.
—Es una sorpresa, pero te prometo que no planee llegar tarde — le respondo.
—No te tardes demasiado — sin más termina la llamada.
Genevieve me resulta muy divertida en muchas ocasiones, tiene una forma muy particular de demostrar su disgusto. Una forma que me recuerda mucho a las rabietas que hacia Andrea cuando se enojaba o cuando las cosas no le estaban saliendo como ella lo quería. De hecho, si lo pienso mucho, los berrinches que hace Nathalie son iguales a lo que hace su madre, pero con la diferencia de edad y que mientras la una puede usar un montón de palabras y de maldiciones la otra tan sólo llora.
