Capítulo 1

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Me quedo observando a Natalie mientras ella estruja a Pollo entre sus pequeñas manos y el gato se queja porque no quiere quedarse en esa posición tan incómoda.
Un segundo después Natalie se levanta del piso y la cola de Pollo queda atorada entre el pie de mi hija y el piso, ocasionando que el gato suelte un maullido de dolor, asusta a Natalie y la bebé cae al piso asustada y llorando.

—Nat — digo más que nada en un tono de queja. —Ten cuidado nena, a Pollo le duele lo que haces — le digo mientras camino hasta donde se encuentra ella y la tomo entre mis brazos mientras intento que deje de llorar. —Ya, está bien bebé, tranquila — le doy un beso en la frente y ella se tranquiliza poco a poco.

Natalie aprendió a caminar hace poco más de tres meses y se cree que es la mujer maravilla, quiere hacer todo por sí misma cuando ni siquiera tiene un año. Aún le faltan un par de días para cumplir esa cifra y ella cree que puede hacer cualquier cosa.

No sé qué será de mi vida cuando esta nena crezca y nos de dolores de cabeza a su papá y a mí.

Camino con Natalie hasta mi cuarto y me dejo caer sobre la cama. Estoy cansada, eso no lo puedo negar, esto de ser madre veinticuatro horas al día, siete días a la semana no es tan divertido. No digo que no ame a mi hija, simplemente digo que me siento física y mentalmente cansada. Antes había cuidado muchos niños, pero en cuanto lloraban o yo le cansaba tenía la oportunidad de dárselos a sus padres de regreso, pero en este caso yo soy la madre, si alguien a quien le dan la bebé de regreso cuando llora sin parar es a mí. Charles dice que necesito unos días de descanso, pero Natalie aún es muy pequeña y no me siento segura dejándola con sus tíos durante todo un día o más.

A este momento mi hija ya balbucea tres palabras que son las que más he intentado enseñarle.

Mama, papi y papa.

Es demasiado juguetona y eso en gran parte me hace feliz por lo activa que es.

—Mama — la escucho balbucear y puedo jurar que está jugando con sus pies mientras lo hace.

—Nat — la miro y ella se gira cuando reconoce mi voz. —¿Crees que puedas dejar a mami dormir? Mamá está cansada — le digo y ella sonríe así que yo lo hago también. —No tienes ni idea de lo que hablo ¿verdad? — me río y ella ríe de nuevo.

Le pongo un chupete en la boca y tras dejarla en su cuna cierro los ojos.

Diez minutos de descanso no me van a matar.

Abro los ojos por el insistente ruido que hay a mi alrededor y tras recordar que dejé a Natalie a mi lado cuando me dormí comienzo a mover los ojos por el lugar y darme cuenta de que la bebé no está

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Abro los ojos por el insistente ruido que hay a mi alrededor y tras recordar que dejé a Natalie a mi lado cuando me dormí comienzo a mover los ojos por el lugar y darme cuenta de que la bebé no está. Estoy por saltar de la cama por el susto cuando veo a Charles entrar con mi hija en brazos.

Carajo — murmuro con alivio mientras Charles sostiene el biberón con una mano y con la otra carga a Natalie quién ya se está durmiendo.

Resistiendo《Kylian Mbappé》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora