Capítulo 9

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Siento que estoy perdiendo la cabeza

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Siento que estoy perdiendo la cabeza. Estoy tan furioso que ni siquiera pienso con claridad, sencillamente no puedo pensar con claridad, siento que incluso a través de la oscuridad veo todo en rojo, la ira me recorre cada parte del cuerpo.

No quiero cometer una estupidez, no quiero actuar mientras aún tengo la mente caliente, pero también creo que mi ira no va a regularse, también creo que en realidad no voy a lograr tranquilizarme, incluso si me llevaran al lugar más helado del mundo. De hecho, no hay nada que pensar, Andrea va a pagar, ella me hizo sufrir, el dolor que tengo en este momento ella debe pagarlo.

Desde que Andrea y yo nos hicimos cercanos el uno al otro no he hecho más que sufrir y en alguna medida el sufrimiento se justificaba porque ella también sufría, no digo que las cosas que le hice a ella sean dignas de admiración ni que sean cosas que debo aplaudir, no es eso lo que quiero decir. Me refiero a que si yo la hacía sufrir ella encontraba la forma de hacérmelo pagar, eso suena más toxico de lo que debería. Pero es la realidad, ambos sufrimos por montones antes y durante el tiempo que estuvimos juntos, aunque desde que nos separamos el único que parece sufrir por todo lo que no fuimos soy yo y me parecía bien, no tenía ninguna especie de problema con sufrir por ella, es una mujer maravillosa, o pensé que lo era.

Pero esta vez el nivel de egoísmo al que llegó Andrea me arde en el corazón, es como si ya no la conociera, como si no supiera quien es la mujer con la que viví por más de un año, es como si ahora no supiera de qué es capaz la mujer que se hizo mi pareja durante un tiempo, la mujer que me sonreía en las mañanas y me hacía sufrir con sus palabras siempre que decía algo que a ella no le agradaba, la mujer de la que me enamoré. Ya no sé quién es Andrea Gutiérrez.

Me detengo en la acera e intento llamar a mis amigos más cercanos, necesito hablar con alguien, necesito escuchar la opinión de alguien más para no terminar por cometer una estupidez, necesito que alguien me diga algo. Mis amigos no responden, incluso intento llamar a Genevieve porque la considero una persona muy sensata en sus decisiones, pero nadie me responde, es como si el universo me gritara que debo pasar esta prueba sólo.

Suelto un gruñido y en eso mi celular suena. Es mi manager.

¿Dónde estás Kylian? — me pregunta sin darme oportunidad de saludar. —¿Y por qué hay videos tuyos caminando por la calle, sin nada de protección Kylian? ¿Qué te pasa? — me pregunta en un tono agresivo y me veo obligado a salir de mi ensoñación durante un par de segundos.

En ocasiones olvido por completo quién soy y que, así como hay personas a las que les agrado, hay otras que desean hacerme daño, mi manager ha hecho de todo para que yo me grabe eso y deje de salir por la calle dejando que todos me vean, pero es real cuando digo que no pude pensar en absolutamente nada más cuando Steven habló conmigo

¿Puedes recogerme? No estoy seguro de donde me encuentro — digo y él cuelga, le envío la dirección y me quedo donde estoy con la mirada clavada en el piso.

Resistiendo《Kylian Mbappé》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora