Yo sólo quería seguir mi sueño de vivir en Francia y hacer mi vida fuera de mi ciudad natal. Y lo logré, logré salir de Colombia, logré estudiar fuera y fui demasiado feliz.
Pero en algún momento del camino las cosas comenzaron a salir espantosament...
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No sé cuantos minutos llevo observando la pared, pero mi psicóloga parece no tener prisa al respecto.
—Andrea — me llama y yo muevo las cejas para que ella sepa que la escucho, pero no la miro. —¿Tú quieres mejorar verdad? No quieres quedarte atascada en lo que sea que tu mente te esté diciendo ahora — pregunta y yo asiento con la cabeza.
Me siento como una niña entrando en los años de su adolescencia, es ahí cuando nos sacan todo con cucharita. —Cierto
—Muy bien, entonces tendrás que trabajar en eso que te carcome y no quieres decirme...
—¿Puedo decirle otra cosa?
—Lo que quieras— dice con amabilidad
—Mañana tengo que ir al juzgado, el padre de mi hija me puso una denuncia y se espera de mí que atienda y pueda contraponer la denuncia — ella se me queda observando por unos segundos —¿Está mal si no quiero luchar? — pregunto
—¿Qué haría la antigua tu? — pregunta y no puedo evitar reírme al escucharla.
—¿La antigua yo? — sonrío porque en serio me parece muy gracioso lo que está pasando, no sé si aún existan si quiera algunas cenizas de quién solía ser yo —Mi antigua yo ni siquiera le hubiese dado la oportunidad de pensar en poner una demanda, mi personalidad era fuerte y controladora, por eso en ocasiones creo que Kylian se está aprovechando de esto, porque si mi salud mental estuviese mejor él no tendría la oportunidad de hacer nada de lo que está haciendo —digo pero me muerdo el labio para no continuar divagando.
—Quieres decir que tu antigua tu lucharía, que tu antigua tú buscaría un abogado y daría la cara — cuestiona y no puedo más que asentir con la cabeza.
Porque es cierto, si pienso en cómo era incluso antes de conocer a Kylian. Toda mi vida he odiado que las personas piensen que pueden controlarme o que tienen algo que hacer con mis decisiones de vida, no me gusta que me quieran imponer absolutamente nada, así que cuando lo hacen o lo intentan siempre solía cortarle las alas desde el inicio y así me evitaba futuros dolores de cabeza. Y odio como ahora no puedo hacer eso, por más que lo intente, sencillamente no puedo, estoy dejando que las personas me pisoteen y lo aborrezco demasiado.
—¿Y por qué no lo intentas? — me pregunta ella así que la miro de nuevo, tenía la mirada en el suelo, así que la observo de nuevo.
—¿Perdón? — pregunto.
—Inténtalo, no digo que vayas a ser tan fuerte ni tan radical como lo eras antes, pero puedes intentarlo, mostrarte fuerte y ponerle limites a el padre de tu hija — dice.
Quizás pueda intentarlo, de hecho debería ir al juzgado para conocer las causas de la denuncia de Kylian e incluso para saber qué puedo hacer al respecto, para poder saer el contexto completo debería hablar con Kylian.
