Capítulo I

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La vida Universitaria. La que todos los jóvenes anhelaban sin saber que podría ser su perdición si no lograban acabar todos los semestres de su carrera. Era una etapa de suma importancia para llegar a ser un adulto independiente y con un buen trabajo. Sin embargo creían que por estar en un grado mayor para la adultez, serían libres, de los reclamos de sus padres, junto a sus obligaciones, pero eso solo era un mito. Cuando ya se encontraban a medio año de acabar su carrera, muchos se arrepentían, con las ganas de regresar en el tiempo, para ser niños nuevamente y tener aquella vida fácil y cómoda que era responsabilidad de sus padres.

Allí se encontraba Choi Soobin, habiendo terminado la preparatoria, graduándose con buenas calificaciones y siendo el prestigio de su familia, fue obligado por su padre a seguir la carrera de administración de empresas. Y como todo adolescente ejemplar, aún odiando las obligaciones que les mandaba sus padres, no podía rechazar la oferta aunque no le gustase, no tenía más remedio que obedecer, en fin de cuentas ellos pagaban sus estudios.

Era su primer día yendo a la universidad. Había madrugado para llegar temprano, junto a otros estudiantes que igualmente comenzaban sus clases ese mismo día.

El clima era templado con una pequeña brisa que acariciaba la blanquecina piel del chico que recién había bajado del autobús, en frente de aquel edificio de grandes ventanas que contenía unas letras inmensas de aluminio, pegadas a la pintura beige, dando a entender que era el nombre del instituto.

Unos cuantos pasos más y ya estaba dentro de la gran estructura con varias aulas de clases, todas iguales pero señaladas con un pequeño letrero que indicaba la materia que daban dentro de cada una. El instituto, a pesar de que era más o menos grande, solo daban carreras acorde sobre asuntos financieros o para ser simplemente un microempresario.

— Investigación... — se dijo para si mismo Soobin, buscando con la mirada el aula que le habían asignado en su horario de clases que lo llevaba en la pantalla de su móvil, sujetado con la diestra. Aceleró el paso al seguir leyendo los pequeños anuncios, ya que no encontraba el aula y al andar distraído por tratar de encontrar una 'I' al principio de cada palabra, choco sin querer con otra persona que se encontraba en la misma situación, provocando que cayera al suelo por el impacto del más fornido.

— Auch — apenas fue audible ese quejido para el más alto que reacciono de inmediato.

— Lo siento mucho — extendió su mano para ayudarlo a levantarse, la cual no fue rechazada, la agarró fuertemente con firmeza y logró que se levantase de un solo jalón — Estaba distraído y no te vi — se excusó.

— No fue tan fuerte. Tranquilo — mencionó acomodando su ropa hasta que vio la cara del mayor — ¿Soobin? — preguntó con toda la seguridad que tenía.

— ¿Nos conocemos? — respondió con otra pregunta, porque no tenía idea de quién era el chico frente suyo.

— Soy Beomgyu. Tu compañero de clase de la secundaria.

El mayor trataba de recordar de donde lo había visto, pero aún así, no daba con su rostro y seguramente en ese momento, tenía una cara de no saber nada de nada. Juraría que si no se acordaba de él, menos lo haría con sus amigos de esos tiempos.

— ¿En serio no me recuerdas? Bueno nunca fuimos amigos. — se encogió de hombros, no tan satisfecho — Pero también eh cambiado. Antes era castaño y tenía ondulaciones — trato nuevamente de hacerlo recordar algo que no era posible, para la mente de Soobin.

— No, lo siento. Pero espero que nos podamos llevar bien.

Eso no estaba nada mal. Empezarían desde cero, hasta podían conocerse mucho mejor — Esta bien. — sonrió — Que bueno que hay alguien que conozco. Me ayudas a encontrar el aula de investigación?

Lovers - 연인 ¦ Soojun ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora