Lovers - 연인 ¦ Soojun ¦

Beomgyu ⋆ Taehyun

Quien creería que el tiempo pasaría volando. Beomgyu casi se había matado estudiando porque las materias fueron extremadamente duras con él. No fue su culpa haberse perdido dos materias, pero tenían que entenderlo, era muy complicadas.

Aún así estuvo junto a Soobin en las demás materias, repitió en las que se quedó y hasta le resultó más fácil cuando tenía trabajos anteriormente hechos.

Tambien había estado distraído en muchas cosas y el que más se robaba su tiempo, era Taehyun. Como amaba tanto a su novio que siempre le escribía.

Taehyun, luego de recibir tantos halagos y propuestas de empresas por su linda voz, aceptó entrar al mundo del k-pop. Entró a una empresa algo pequeña, pero con fama de hace años atrás, ya que contaba con unos dos solistas y una banda más. Le resultó difícil al principio, pues eran exigentes. Era simplemente un aprendiz que daba en demasía su esfuerzo. Gracias a aquello, no dió el examen de ingreso a la universidad y pensó que su arduo trabajo lo compensaría en un futuro, pero seguía de aprendiz. Cansado y reprimiendose a veces al no poder algunas coreografías.

Una vez más regresó a su casa, algo sudado de tanto practicar, pero sus padres lo esperaban con entusiasmo para enviarle buenas vibras, como siempre.

Abrió la puerta y para su sorpresa su novio se abalanzó encima suyo, sintió como sus músculos se encogían y el dolor lo desgarraba, pero se aguanto solo un poco, apartando a Beomgyu sutilmente para no preocuparlo.

— Beomie~ ¿Por qué viniste?

— Quería verte y tus padres me dijeron que seguías en la empresa, así que esperé. — besó a Taehyun por todos los lados de su carita.

— Detente, estoy sudado. Dejame bañarme antes de que me beses.

— Aaah eres malo. Ven a ver a tus padres entonces.

El mayor volvió a entrar con su novio azabache a la casa. Le ayudó a cargar su maleta y a quitarse su abrigo.

Saludó a sus progenitores y les contó como le había ido.
En un comienzo, llegaba a casa con mucho entusiasmo, diciendo que era genial estar en la empresa y que pronto subiría a la cima con sus canciones, pero eso se comenzó a desvanecer con los años y simplemente decía que le fue bien. La razón por la cual no se resignaba, era por su paciencia y porque muy en el fondo asimilaba su futuro como aquellos que ya habían debutado. Era un largo camino.

Luego se ducho, comió junto a sus padres y Beomgyu, que también se quedaría a dormir, hasta que fue a su habitación a descansar. Sus pies le dolían mucho y lo único que quería era estar acostado. Pero Beomgyu tenía mucha energía y eso le obligaba a continuar fingiendo que estaba bien para no arruinar el momento.

— ¿Vas a dormir?

— Quizá luego.

— Te conozco, Tyun... Estas muy cansado. Ven recuéstate un poco. — el castaño que nuevamente se dejaba crecer su melena, hizo que el menor se recostara en su abdomen. Así fue usado como almohada, por eso Taehyun aprovechó para rodear la cintura de Beomgyu con sus brazos, mientras este mismo acariciaba su cabello. — Eres mi gatito.

Los labios del pelinegro formaron una sonrisa. Amaba esos ratos con su novio; el ser mimado y ser llamado por apodos tontos, como cariñosos también, era esencial en sus días estresantes. Como amaba a Beomgyu.

Pasaron unos largos minutos de silencio tranquilizador y muy cómodo para ambos. Gyu seguía peinando la cabellera oscura del menor hasta que quedase profundamente dormido en un instante.

— Mi lindo Taehyun. Ojalá debutes pronto... — claro que el castaño notó que su chico ya se había dormido y estaba muy al tanto de que este daba demasiado a la empresa, pero le dolía verlo decaído y también le daba miedo cuando Tae tenga que irse para residir allá.