Lovers - 연인 ¦ Soojun ¦

Epílogo

Naturalmente, la gente se sabe preguntar el porqué de las cosas.

De la extensa vida que se mantiene y la curiosidad de todo un entorno, entonces solo la pregunta surge.

Y Soobin, desde muy pequeño, siempre se preguntó ¿Por qué me atraen los chicos?

Es decir, vivió bajo el mando de sus dos padres, hombre y mujer. Fue enseñado bajo las reglas perfectas y estereotipadas de la pareja heterosexual, sin embargo, los chicos le resultaban muy atractivos y desechaba la idea de querer a una chica por su aspecto, pues tener de amor platónico a la famosa cantante Bebe Rexha, no lo hacía desear amar a una mujer.

En la etapa de su pubertad, fue cuando se dio cuenta del cambio repentino del deseo hacia otro varón. Le costó demasiado aceptarse así mismo, que lo único que pensaba era nunca decirle a nadie, quería retenerse y sería lo mejor para su familia. Desde entonces nunca habló del tema y con suerte tampoco se enamoró perdidamente, ya que, aunque le atrajo uno que otro compañero, nunca llegó al extremo de una relación.

Cuándo de pronto le cayó un regalo sorpresa en bandeja de oro, era su nueva oportunidad de tener algo que floreció con el tiempo, y que a pesar de tantos cambios se mantuvo en pie. Todo eso no hubiera sido posible atravesarlo él solo. Yeonjun no solo fue su regalo destinado, era más que algo preciado, se convirtió en la razón de sus alegrías.

Ya no se ocultaría con la excusa de sus estudios, teniendo a Yeonjun.

Cursaron juntos la universidad y se graduaron. Pasaron por la definición del orgullo puro, aunque para el mayor le fue complicado conseguir un empleo estable, en cambio, Soobin ascendió a los altos puestos de gerente en la empresa que trabajaban sus padres.

Tuvieron todo a su tiempo y sin correr detrás de sus futuros soñados, simplemente dejaron pasar hasta que suceda.

Pasaron varios años para su crecimiento fructífero en el ámbito laboral, aunque estudiaron más, consiguieron tener un trabajo digno.

Después de situaciones vividas, nunca tomaron caminos separados. Hasta que llegó su hora de independizarse, fue otro problema para buscar departamento o casa. Contando que ellos querían vivir juntos...

Lograron convencer a sus padres y buscaron un lugar acogedor para su nueva vivienda. Una linda casita café en un callejón de gente amable que recibió a sus nuevos vecinos con dicha.

Prometieron que al seguir produciendo, buscarían algo más grande, pero por ahora, esa casa, bastaba para ambos.

Con la ayuda de inversión de Soobin, Yeonjun pudo seguir su sueño de ser modelo, aunque fue desde un principio el famoso de la moda en Instagram, las empresas que lo querían para sus marcas no perdían el tiempo en escribirle. De un día a otro, no supo como llegó a la cima.

Lo tenían todo, pero faltaba algo pequeño que inquietaba a ambos como pareja. El vivir en su país con la idea de que las parejas entre el mismo sexo eran mal vistas. Aunque eso no fue un problema en el trabajo de Yeonjun, en cambio, Soobin debía mantenerse al margen en entrevistas y demás cosas.

Incluso hubo rumores de amistades femeninas que salían con Soobin para cualquier reunión de negocios, pero eso no desestabilizó a su hogar.

De nuevo tuvo que estar listo para comprometer al mundo que lo conocía, que no se iba a permitir amar a otra persona que no sea su actual pareja.

Desde ese momento nadie nunca más trato de rebuscar la información innecesaria y privada de Choi. Ni tampoco fue obligado a tomar medidas más serias, así que todo mejoró.

Tuvieron viajes y demás cosas que disfrutaron juntos y a la par se entendían, hasta esa vez que Soobin le pidió matrimonio a Yeonjun en Londres. Tan lejos había llegado su noviazgo y en un abrir y cerrar de ojos eran adultos por la espera de muchas más cosas juntos.

Ese maravilloso día en el que se besaron con mucho amor frente a toda esa gente, fue cuando se sintieron libres. Las personas que apreciaron aquello, la mayoría aplaudía, y otras solo seguían con lo suyo sin comentar nada, eso fue aliviador.

Quizás, Soobin se había pasado un poquito más de sus límites, sobre eso que se prometió nunca tener de pequeño, sobre nunca decirle a sus padres o sobre sus pensamientos de su futuro en el cual se casaba con una mujer a la que nunca amaría, por la felicidad de otra gente ajena que buscaba lo normal.

Y ahora estaba ahí, sintiéndose más vivo que nunca, viviendo ese sueño deseoso que permaneció enigmático por tantos años. Tenía a Yeonjun con él, tenía el amor que quiso y la aceptación de sus padres. Eso era lo único importante, los demás se podrían ir a la mierda si no les gustaba.

Así que con un beso y unas cuantas palabras de amor, juraron tenerse el uno al otro, y nunca más ser los simples amantes que se ocultaban en secreto.