Capítulo XXIII

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— ¿Cómo se ve? — preguntó Yeonjun a Soobin señalando su remellon en su carita.

— Aún le falta cicatrizar. — respondió palpando la costra minima que se había hecho.

Los chicos, recién se habían cambiado con unas pijamas, o mas bien, ropa cómoda para dormir. Después de conversar por un muy largo tiempo sobre lo que pasó, la madre de Yeonjun llegó y se sorprendió al ver al muchacho ahí, pues ella no le dio permiso a su hijo de invitar a nadie mientras ella no esté, pero ambos le explicaron lo sucedido y pudieron calmarla, eso si, antes de que se enojara.

Yeonjun para dormir se lavó su rostro y se puso varias pomadas para su piel, eso le ayudaba a disminuir los hematomas, aunque también lo hacía para hidratar y no verse descuidado. Entonces, como quitó su bendita desechable de su rostro, para limpiar la goma de esta misma, se lavó incluso más, por esto, le mostraba a Soobin esa parte.

— El universo nos odia o todo nos pasa al mismo tiempo. — habló el menor, acariciando la mejilla del mayor por encima de ese raspón. Luego peino sus hebras azules que ya no tenían mucho color por las recientes raíces oscuras del cabello natural de Yeonjun y la decoloración durante el grande periodo que ya las traía pintadas.

— Ya pasamos por lo duro. Estemos tranquilos por el momento. Se siente lindo volver a tener una pijamada contigo. — sonrió tiernamente, siendo mimado por las caricias del pelinegro. Se acomodó encima suyo como si de un gato se tratase; sus piernas a los lados y su rostro frente al contrario, para acostarse en el pecho de Soobin.

El menor espero a que termine su acción para seguir acariciando su cabeza — Pijamada por siempre. — rio sin gracia. — No se como haré mañana para ir a la universidad. No quiero ver a HueningKai, pero tampoco sé si mi papá me siga pagando los siguientes semestres de la universidad.

— Aunque ya conseguiste beca este segundo semestre. Hay que ver una forma de terminar de pagar la carrera.

— No, yo quiero dejar esa carrera. No es mi vocación y no me gusta.

— ¿Pero luego qué podrás seguir?

— Tampoco estoy tan seguro, pero antes me gustaba mucho ayudar a los niños y pensé que sería genial ser un consejero estudiantil, en resumen, un psicólogo para los niños y adolescentes. También sabes que me gusta la cocina, pero como están las cosas, hasta se me hace difícil saber qué elegir.

El mayor lo pensó un poco, habían opciones no tan malas, pero dejar la carrera de administración de empresas, también no se veía como tan buena decisión. — Debes de tener un proyecto de vida sobre lo que más te apasione y sobre todo, no hay que ser conformista, sino, querer más y más, hasta ser ambicioso. Aunque puede sonar egoísta, es algo que generalmente lo usamos para superarnos, ya que el mundo es competitivo.

— En ese caso... He tenido ganas de hacer mi propia cafetería, pero no solo para tenerla ahí. Quisiera que sea próxima a crecer y que tenga un estilo diferente a las otras.

— Suena genial. ¿Pero no te haría falta estudiar gastronomía? — aún dijo intrigado molestando la mano de Soobin en su cabeza para sostenerla.

— Creo que tal vez sacando un título es más fácil de hacer las cosas.

— Ush solo estudiar, estoy cansado. — formando un puchero, se dejó caer encima de su novio, que se quejó porque le dolió un poco. El mayor bien acostado se fijó que aún no había acabado el montón de deberes que tenía, pero quería pasar con Soobin. — Ay noooo. — se angustió más por el estrés.

— ¿Qué tienes?

— Nada, mejor no vayamos mañana a clases. Vamos a dormir. — se levantó para meterse dentro de las cobijas, pero con Soobin encima, no podía levantar el edredón. — Oye, levántate un rato.

Lovers - 연인 ¦ Soojun ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora