Capítulo VI

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— Hyung se notaba raro antes.

— ¿Tu crees? Siempre es raro.

— Agh. Beomgyu, te lo digo en serio. — agarró el móvil del contrario que andaba fijo muy cerca de su nariz y lo tapó completamente su pantalla con sus dedos — Algo no anda bien con Yeonjun y se que también te diste cuenta. — miró al menor que andaba molesto por la interrupción.

— Bueno, si estaba algo extraño. Pero mañana de seguro se le pasa.

— Mañana podrá estar bien pero se que lo estará fingiendo.

— Y ¿Qué quieres hacer? ¿Preguntarle hasta que te lo diga? — emblanqueció sus ojos y se sumergió de nuevo en el chat de su celular, apartando la mano de Soobin.

— No seas tonto. Solo quiero ayudarlo. No me gusta verlo así. — fue ignorado — Podrías dejar ese aparato, solo por esta vez? Después le diré a Taehyun, porque no le respondiste — esta vez le quitó el teléfono de una vez, dejándolo sobre la mesa — Debemos preocuparnos por Yeonjun. Pero a ti no te importa.

— ¿Debería? — arqueó una ceja, dando esa mirada filosa no tan contenta.

— Se llevaban mejor últimamente, pero ¿Qué paso?

— ¿Crees que es el único con problemas? Yo también... — se quedó pensativo en si terminaría su frase con su mano señalando su pecho, en donde se encontraba aquel nudo que le detenía terminar la frase y que lo apretaba tanto al punto de tener unas cuantas ganas de devolver su almuerzo. — Ash, olvídalo. Te preocupa más Yeonjun.

Beomgyu molesto se bajó de la mesa en la que estaba sentado y se fue casi corriendo, dando fuertes pisoteadas del enfado, pero antes, llevándose su teléfono que anteriormente le había retirado el mayor que lo vio marcharse enojado. El mayor frunció su ceño con confusión. Eso lo había hecho sentirse mal completamente, como si fuera el culpable de la ocasión.

Ahora, no entendía que era lo que les sucedía a sus amigos. Era obvio que todos alguna vez en su vida tenían problemas, pero como iba adivinar lo mal que estaba Beomgyu, si se lo veía tan carismático como siempre. Ni siquiera era un psicólogo como para saber sus emociones y simplificar sus conflictos. Hasta él, tenía que lidiar con su vida poco problemática y en especial con su familia.

Pensando en cómo arreglar las cosas, la frustración, lo hacía sentir ansioso por no saber que hacer exactamente. Quería ayudar, pero como antes contaba con la ayuda de Beomgyu sería algo más fácil, pero ahora de nuevo tendría que hacerlo solo.

Suspiro con un cansancio aturdido y removió su cabello de su nuca, como si eso le ayudaría a pensar mejor. Aunque parecía que si le estaba funcionando, atinando a Wooyoung, que ayudaría de algún modo y recordando también a Taehyun que era el que entendería a su Beomgyu. Dos pájaros de un solo tiro. Que tan difícil podría ser, pedir ayuda a esos dos. Tenía una buena marca de reputación entre ambos, así que hablar con ellos no podría ser un inconveniente.

Primero vería al mayor, ya que era el más fácil de encontrar por el edificio vecino de la facultad. Y que mejor verlo ese mismo día solo para asegurarse de que este bien su hyung en la mañana siguiente.

Tuvo que ir solo en busca del mayor. Como era algo natural por su parte visitar otra facultad gracias a los profesores que lo llamaban de vez en cuando, no se metería en problemas con las autoridades.

Subió las escaleras tocando el frío metal del pasamanos para sujetarse y caminar más lento a medida que llegaba al aula de sus mayores. Como siempre en el horario de clases, casi nadie pasaba por los pasillos, a menos que sea un conserje o profesor. El silencio lo hacía sentirse más solo de lo que ya se encontraba y no sólo por no traer compañía, sino que se veía casi sin un buen propósito de estar allí. En ese momento debería estar recibiendo clases de su carrera, pero decidió escaparse un rato.

Lovers - 연인 ¦ Soojun ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora