05. ¿De qué hablaba?

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Después de llorar por aproximadamente media hora me separé del pecho de Jay mirando hacia el suelo. La lluvia ya había parado

—Lo siento. Has tenido que aguantar todo mi llanto y se que no te agrada mi presencia. —todavía miraba hacia el suelo.

—¿Como te sientes? —me sorprendió toda su buena actitud.

—Mal pero es algo que no me apetece hablar contigo —lo miré mal. Aún recuerdo como me trató la otra vez.

—Hey, solo estoy siendo bueno por una vez y mira como me tratas.

Por un segundo me sentí culpable.

—Lo siento, no estoy de humores para lidiar contigo, Jay. Lo menos que quiero ahora son tus malos tratos hacia mí. —suspiré pesadamente— Pero gracias. Gracias por aunque sea estar conmigo mientras lloraba. —lo miré por un momento pero tuve que apartar la mirada.

—Tampoco te emociones mucho —sentí su mirada en mi perfil— Pasaba por aquí y te vi llorando. Mi buena alma no me deja ver a alguien llorando y no hacer nada. —su tono volvió a ser frío e indiferente.

—Si, ya mucho habías tardado en hablarme mal —lo miré con rabia y me paré del banco— Adiós.

—Llega bien a casa —su tono se suavizó.

¿Era bipolar? Está loco. Primero me trata mal, luego me consuela como si nada hubiera pasa, vuele a tratarme mal...

Definitivamente no lo soporto.

No es cierto, te gusta. En el fondo de tu corazón lo sabes pero no lo admites

Tú cállate.

Odio a mí conciencia.

Salí caminado alejándome del parque con la intención de volver a casa. Estaba empapada por la lluvia y no quería pescar un resfriado.

Caminé lo más rápido que pude y subí por las escaleras al llegar al edificio.

—¿Pero que....? —la boca de April se abrió al verme toda mojada y temblando.

—No es nada. —pasé por su lado para ir a mí habitación pero ella me siguió.

—¿Que no es nada? ¿Y si te enfermas? —me regañó.

—No te preocupes por mí. Debes estar más preocupada por ti en estos momentos. Tu relación ha sido descubierta —la miré mientras buscaba algo de ropa seca que ponerme.

—Tu eres más importante ahora y por mi relación no se puede hacer más nada que confirmarlo todo —se sentó en mi cama y suspiró— No puedes enfermarte.

—Iré a darme una ducha —pasé por su lado para dirigirme al baño.

Al salir del baño fui a mí habitación a buscar mi celular pero no estaba por ningún lado. Revise por todos lados de la casa pero nada.

No puedo creer que lo haya perdido.

El timbre de la casa sonó y como todas estaban encerradas en su habitación no me quedó de otra que ir a abrir.

—Va —grite cuando sentí que seguían tocando el timbre— ¿Quién....? —me quedé callada mirando a la persona frente a mí.

—Se te quedó el celular en el parque y te lo traje. —lo sacó de su bolsillo y me lo enseñó. Ya se había cambiado la ropa mojada.

—Podías habérmelo mandado con Niki o algo así, Jay —dije con indiferencia intentando agarrar mi celular pero estiró su mano para que no lo agarrara.

—¿No me dejarás pasar? —levantó una ceja.

Cuando iba a responder alguien habló detrás de mí.

—¿Jay? ¿Que te trae por aquí? —April se asomó sobre mi hombro.

—Vine a darle algo a Camille —movió el celular en su mano.

—Pasa anda —April me obligó a echarme a un lado para que él pasara.

—Gracias —pasó y se sentó en la sala junto con nosotras.

—¿Quieres algo de tomar? —le dijo April pero sabía que solo era una escusa para ella irse y dejarnos solos.

—No, gracias —Jay fijó su mirada en mí y April dijo algo que no capté y se fue de la sala.

La mirada de él era intensa. Estaba como ibnotizados por él.

—Me di cuenta que habías dejado tú celular ya que recibiste un mensaje de un tal desconocido y sonó a mi lado —su mirada se desvió y yo volví a la realidad.

—Oh, ¿ya puedes darme mi celular?

—No. ¿Como estás?

—Bien —dije sin ganas— Dame mi celular tengo que responderle a alguien —extendí mi mano para intentar alcanzar mi celular pero él la alejó.

—¿Es muy importante? —levantó una ceja.

—Mas importante que estar aguantando tu mal humor. —el finalmente puso el celular en mi mano.

—Bueno —se puso de pie— Me tengo que ir.

Lo acompañé a la puerta y ya cuando estaba en el pasillo se volvió a girar hacia mí.

—¿Y Camille? —me llamó.

—¿Si?

—Disculpa si alguna vez te llegas a decepcionar por mi culpa —y con eso se fue.

¿De que hablaba?

¿Esa fue su manera de disculparse por la otra vez que me trató mal o era por otra cosa?

Bueno de igual manera entré a la casa y me dirigí a mí habitación para dormir.

FEVER メEnhypen - JayメDonde viven las historias. Descúbrelo ahora