07. Bipolar

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Entró en una tienda de hombres, agarró un pulóver y me dejó parada frente a un probador mientras él entraba en él.

-¿Que haces? ¿Estás loco? -pregunté cuando me jaló hacia dentro del probador que gracias a Dios era lo suficiente grande para que entráramos los dos.

-Calla -su voz era bajita pero fría
Se señaló a él mismo- ¿Te gusta?

Ok, no entendí su pregunta. ¿Me estaba preguntando si me gustaba su cuerpo? ¿O me preguntaba si me gustaba su pulóver?

Mis mejillas se tornaron rojas. Ese pulóver le quedaba de maravilla. Marcaba sus definidos brazos y lo hacía ver con una pinta superior.

-¿Camille? -levanto una ceja y me di cuenta que lo miraba embobada.

-Oh, ah, -me enderece y volví a mí fachada de indiferencia- ¿Por qué tendría que gustarme?

-Vamos, solo pedí tu opinión.

-Bien, no me gusta. -mentí.

-Consigamos otro -salio del vestidor y al momento volvió a entrar con otro en la mano. Era de color negro básico.

-Ni se te ocurra -dije cuando lo vi con intenciones de quitarse el pulóver delante de mí.

-Ash solo sierra los ojos.

Preferí salir del vestidor y esperar afuera, aún no sabía que se traía con ésto. Sacó una mano y me jaló dentro

-¿Que te parece este? -sonrió

¿Venia una apocalipsis zombie? Nunca había visto a Jay sonriendo. Y oh my god que linda sonrisa.

-Mejor -dije mirando hacia otro lado que no fuera él.

-Que bueno.

Jugué con mis manos delante de mí nerviosa y el se me quedó mirando.

Lo vi acercarse tan rápido que no me dió tiempo de reaccionar. Cogió mis manos con una de las suyas y las colocó sobre mi cabeza mientras él se pecaba a mí.

-Alejate -hable con lo poco de mi autocontrol. Él se quedó callado- Que te alejes dije. -podía sentir su respiración contra la mía pero no habló- Si no te alejas, te golpearé en donde no da el Sol y no me va a importar que te quedes sin hijos.

Mi voz fue tan fría que se asustó. Pero no es mi culpa que no me gusten este tipo de acercamientos. A ver, no es que no me guste pero lo veo mal ya que él y yo no somos nada.

Él pareció salir de su transe y se alejó rápidamente. Salió del vestidor dejándome sola y solté todo el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Arreglé mi pelo frente al espejo y salí mirando como Jay agarraba otro pulóver y una gorra.

Me acerqué a él y lo seguí en silencio mientras se acercaba a la caja para pagar.

-Ella pagará por mí. -y con eso salió corriendo de la tienda.

-¿Qué? -intente salir.

-Señorita, no puede salir sin antes pagar eso -señaló la ropa que Jay había prácticamente tirado a mis manos.

Me acerqué a la caja para pagar -¿Cuanto vale esto? -pregunté frustrada, ya estaba planeando mil maneras de matar a Jay.

La dependienta me dijo el precio que de hecho era más alto de lo que pensaba pero lo pagué con mi tarjeta ya que no me alcanzaba el efectivo.

Salí de la tienda con dos bolsas en la mano y a lo lejos vi a Jay escondido detrás de un árbol.

Me acerqué a él mientras me miraba con cara de perrito regañado y le entregué las bolsas con mala cara.

-Costo más que lo que llevaba en efectivo, pagame mi dinero -exigí crusándome de brazos.

-Te pagaré pero no con dinero -empezó a caminar despreocupado y lo seguí.

-¿Cómo piensas pagarme? -lo alcancé y empezé a caminar a su lado.

-Acepta ir a tomar algo conmigo -me miró sonriente.

-Bipolar -susurré.

-¿Que dijiste? -levantó una ceja.

-Nada.

-Vamos -me jaló de la manga de mi camisa.

Me estuvo jalando algunas cuadras hasta llegar a una cafetería en la que entramos.

-¿Que quieres tomar? -me preguntó después de sentarse, yo aún estaba parada mirándolo- Camille siéntate, no muerdo.

Me senté y crucé los brazos sobre mi pecho.

-¿Que quieres tomar? -preguntó otra vez.

-Um, -lo pensé un poco- Una Coca-Cola y de preferencia sin veneno -entreserré los ojos y él se rió un poco.

-No te envenenaré -seguía riéndose como si yo hubiera dicho lo más gracioso del mundo.

-No confío en tí, no te caigo bien por lo que podrías envenenarme fácilmente para librarte de mí - razone.

-Si, si. No quiero eliminarte.

Él pidió dos Coca-Colas y estuvimos en completo silencio hasta que llegaron.

-¿Quieres tomarla aquí o salimos? -pregunté, no quería estar en público y menos con él.

-Vamos -se levantó y lo seguí.

Empezamos a caminar tomando nuestras bebidas en completo silencio, íbamos en dirección a la empresa ya que yo tenía práctica ahora en la tarde.

-Bueno, tengo que entrar -dije al llegar.

-Claro, -metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón- Nos vemos -giró sobre sus talones y empezó a caminar.

Yo dudé entre seguirlo o ya entrar y opté por la primera opción.

-¡Espera! -le grité y el se paró abruptamente. Corrí para alcanzarlo- Me debes una pizza. No creerás que con una Coca-Cola pagarás el costo de tu pulóver y tú gorra -en realidad por mi estaba bien, pero solo quería una excusa para volver a verlo.

El sonrió -Está bien. Nos vemos a la próxima -dío una palmadita en mi hombro- No seas tan gruñona y sonríe -me dijo para luego irse.

Ésta vez si giré y entré en la empresa para volver a mí práctica.



FEVER メEnhypen - JayメDonde viven las historias. Descúbrelo ahora