Narra Jay
A la mañana siguiente me levanté, me di un baño y bajé para preparar algo de desayuno. Ella aún no daba señales de querer salir de su habitación pero no aguanté más y me encontré subiendo las escaleras un tanto más preocupado que ayer.
—¿Estás ya despierta? —no recibí respuesta pero algo me decía que si lo estaba— Bien, entraré.
Sin obtener respuesta abrí la puesta cuidadosamente y lo primero que pude ver fue un de sus lámparas tirada en el piso y también la mesa para la noche. Habían sábanas también tiradas en el suelo.
Levanté la vista y la pude ver a ella hecha bolita en la cama temblando y sin colcha.
—¿Camille? —ella no respondió pero me miró y sus dientes titiritaban.
Me acerqué a ella lo más que pude esquivando todo lo del suelo y toqué su frente que estaba súper caliente.
Maravilloso, tenía fiebre.
—¿Que te ha pasado? —me senté a su lado en la cama pero ella no dio señales de querer hablar.
Agarré una de las sábanas de suelo y se la puse por encima. Miré su cara más detalladamente y tenía inmensas ojeras bajo sus ojos, su cara hinchada y ojos rojos lo que me confirmaba que no había dormido en toda la noche.
Saqué mi celular y marqué el número de Heeseung hyung y después de tres timbres sonó.
—¡Jay, mi buen amigo! Como te va con tu vida de pareja —se burló.
—No estoy para bromas en estos momentos —dije serio y Camille que había estado con los ojos cerrados me miró— ¿Que hago para bajarle la fiebre a alguien? —pregunté de repente.
—¿Qué? —dijo él desconcertado.
—Lo que oíste.
—¿Estas enfermo? —sonó preocupado— Sabes que si estás enfermo debes ir al médico.
—No soy yo. Es... Camille.
—Oh bueno, un baño de agua tibia y una pastilla deberá bajarle la fiebre —dijo pensativo.
—Gracias.
Colgué y miré a Camille que por su cara sabía que había oído la conversación.
—No, ni lo pien- ses —habló entrecortada por estar temblando.
Pasé mis manos por debajo de ella y la cargué al estilo princesa.
—¡No! Jay ni- se- te ocu- rra —temblaba mientras la llevaba al baño.
La bajé al llegar al lugar y abrí la ducha para atemperar el agua y luego me le quedé mirando lo con la intención de que se metiera en la ducha.
—No me pienso des- nudar fren- te a tí.
—No he dicho que lo hicieras —me encogí de hombros— Entra.
—No. —se negó.
La empujé un poco y entré junto con ella a la ducha. Abrí la parte que es manual y empecé a echarle agua por todo su cuerpo sobre la ropa.
—Estas loco —protesto mientras echaba su pelo hacia atrás.
—Es necesario hacer esto para que te mejores.
—¡Pero está fría! —se abrazaba a sí misma.
—La sientes así porque estas con fiebre. —rodé los ojos echándole agua aún.
Mi mano estaba media cansada y ella me miró al dejar de echarle agua. Jorobe un poco mi cuerpo y estiré mi mano para cerrar la llave pero mi cara estaba demaciado cerca de la de ella.
Nos quedamos mirándonos y aún con mi mano extendida abrí la llave normal haciendo que nos mojáramos los dos.
El agua tibia fluyó entre los dos y nuestras miradas se volvieron a encontrás. Sin previo aviso Camille se acercó y apoyo su cabeza en mi pecho.
Asombrado la envolví en un abrazo y así estuvimos bastante tiempo. En silencio, los dos juntos.
Tiempo después ya habíamos salido de ahí y Camille estaba escogiendo ropa que ponerse así que le dije que bajaría para hacerle algo de comer.
No había hablado en todo el tiempo que estuve con ella.
Media hora más tarde ella bajo con un pantalón ancho y un pulóver para sentarse en la mesa frente a mí.
Le extendí una pastilla con agua y la agarró para después tomarla.
Le extendí luego un plato con sopa que miró con desagrado pero tomó sin protestar.
—¿No hablarás? —solo me dedicó una mirada que lo decía todo— Bien.
Ella terminó de comer y se fue de nuevo a su cuarto.
No me gustaba verla así por lo que subí tras de ella y entré a su habitación para verla acostada.
—¿Quieres ver una película? —no me hizo caso— Tienes que salir de esa cama o sino no se te va a quitar nunca la fiebre.
—Bien —fue lo único que dijo para luego pararse y bajar a la sala.
Ya los dos ahí pusimos una película aleatoria que resultó ser una película juvenil que narraba la vida de una chica en la universidad y todos los problemas por los que pasaba.
La mitad de la película la vimos en completo silencio pero ya Camille se veía un poco más animada, hasta había ido a la cocina y había traído refrescos para los dos.
Mi celular empezó a sonar, una llamada de JungWon.
Ella me miró con mala cara por interrumpir su concentración pero contesté la llamada.
—¿Que quieres? —dije un poco frío.
—Hola JungWon, ¿Cómo estás? Yo estoy bien, ¿cómo estás tú? —ironizó
—Lo siento, ¿Cómo estás?
—Bien, ¿estás libre hoy? Planeamos ir a visitarlos ya que no tenemos nada que hacer en las próximas horas.
—No creo que sea buen momento. —hice una mueca.
—¿Por qué?
—Camille está enferma, no creo que quiere visitas. —la miré.
—¿Son los chicos? —asentí a su pregunta sorprendido porque hablara— Pueden venir, no me molesta —dicho esto siguió viendo la película.
—Bueno, dice que pueden venir pero no creo que- —él me colgó después de gritar un genial.
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FEVER メEnhypen - Jayメ
Fanfiction♡Todo mi cuerpo arde por tí. Mi corazón está sediento de tí. Como una fiebre. Aunque lo aleje, arde dentro de mí. Aunque se convierta en cenizas, las llamas florecen♡ Nota de autora: Secuela del libro 'Un amor secreto' NO NECESARIAMENTE TIENES QUE L...