Maratón 2/2
Era fin de semana y lo teníamos libre ya que el lunes sería la boda. Sabía que todo ya estaba listo. Hasta el local para la fiesta de después.
Según los Ceo's irían varios Idol de otro grupos a la fiesta para que así todo fuera más creíble.
Estaba un poco aburrida dentro de casa así que fui al patio trasero donde me encontré con una piscina.
Wao no sabía que teníamos piscina. Hasta un bar con vista a ella teníamos.
Subí a mí habitación y me puse un biquini básico negro aprovechando que Jay acababa de salir.
Volví a la piscina y me lancé. A pesar de que era invierno había sol y la piscina tenía calefacción así que estaba caliente el agua.
Nadé un rato hasta que noté una vista sobre mí. Me giré y me encontré a Jay mirándome desde el umbral de la puesta.
—¿Llevas mucho tiempo ahí? —pregunté pegándome al borde de la piscina.
—Lo suficiente. —vi como quitó su pulóver haciendo que su marcado abdomen quedará a mi vista— Camille límpiate la baba.
—Muy gracioso —me alejé cuando lo vi con intenciones de lanzarse a la piscina.
Se lanzó y vi como nadaba por debajo del agua, venía hacia mí. Me jaló de los pies y no se que hizo que cuando salió de agua yo estaba entada sobre él con los pies a cada lado de su cabeza.
—Jay bájame —protesté mientras él me agarraba de los pies para que no cayera.
—Anda, vamos a divertirnos un poco —no supe a que se refería hasta que me empujó de los pies y caí de cabeza al agua.
Tragué agua y salí a la superficie tosiendo mientras el se moría de la risa.
—No es gracioso —le lancé agua y éste me lanzó de vuelta.
—Ni is griciosi —puse voz fingida para burlarse.
—¡Jay! —me crucé de brazos mirándolo mal.
—Ay malhumorada —vi como se quedaba dudoso mirándome.
—¿Qué? —pregunté mientras se acercaba a mí.
—¿Puedo...? —dejó la pregunta al aire y lo miré confundida cuando terminó de acercase y me abrazó de la cintura.
—¿Que se supone que...? —me interrumpió.
—Bien me separo. —me soltó y lo volví a jalar para abrazarlo yo.
—No he dicho que no me puedas abrazar. Solo estaba sorprendida —al ser más chiquita que él tuve que levantar la mirada.
—Lo siento. Ya te dije que todo esto es nuevo para mí —suspiró mientras correspondía a mí abrazo.
—La boda será pasado mañana —lo miré.
—Si, estoy muy contento por eso —dijo con sarcasmo.
—Tampoco me hace mucha gracia —hice una mueca y después sonreí como niña pequeña— Pero habrán más famosos en la fiesta. Tal vez me pueda hacer amiga de alguno de ellos.
Él me miró mal —Si intentas darme celos vas por mal camino —se separó de mi abrazo.
—No intento darte celos. Ni si quiera eres mi novio. —me encogí de hombros y vi como apretaba su mandíbula.
—Es cierto —dijo entre dientes y sonreí victoriosa al comprobar que si se había puesto celoso.
Pasó por mi lado y se puso a nadar, me le quedé mirando embobada hasta que dejó de nadar y quedó parado a unos cuantos metros de distancia de mí dándome la espalda.
Me acerqué lentamente a él y cuando estuve lo suficiente cerca lo abracé por la espalda.
—No estés bravo conmigo —dije en un susurro.
De alguna manera sabía que sí estaba bravo conmigo y no sé por qué. Después de todo yo había dicho la verdad. Él no es mi novio, ¿o si?
—No estoy bravo contigo —me miró sobre su hombro y luego soltó mis brazos de su cintura y se giró hacia mí dirección.
Me miró por unos segundos y luego me besó sin previo aviso. Al separarnos pasó una de sus manos por mi mejilla.
—A estas alturas ya no puedo molestarme contigo —me sonrió.
—¿Te sientes bien? —me miró extrañado— Digo, acabas de sonreír y eso no es común en tí —toqué su frente fingiendo como si mirará si tenía fiebre.
—Camille uno aquí intentando ser romántico y tú bromeando. —él aún tenía sus manos en mi cintura así que pasé las mías por su cuello y le dí un piquito.
—Solo dije la verdad —me encogí de hombros y luego lo miré fijamente— No creo que esto esté pasando.
—¿Qué?
—Ésto —nos señalé a los dos— Como hace unos meses nos llevábamos mal y ahora estamos aquí, viviendo juntos y la verdad no sé muy bien que tenemos pero se siente bien.
—Yo tampoco sé muy bien que tenemos ahora entre los dos. Pero te digo algo, me sigues cayendo mal —me sacó la lengua y se separó de mí.
—También me caes mal —me alejé de él y me fui a la escalera para salir de las piscina, ya tenía un poco de frío.
Me envolví en una toalla y lo miré mientras el nadaba hacia la escalera para salir también.
—Toma —le extendí una toalla.
—Gracias —se empezó a secar el pelo.
—Vamos dentro. Nos resfriaremos si seguimos aquí.
Entramos a la casa y cada cual se fue a su habitación para ducharse. Cuando salí de baño me puse unos shorts azules y un pulóver ancho de color blanco que llegaba poco más arriba de mis rodillas por lo que tapaba el short.
—Ya está la cena —dijo Jay que estaba sentado en la sala.
—Si que eres rápido cocinado.
—Si, comamos. Tengo hambre. —se puso de pie y me acompañó al la cocina
—¿Por qué no has comido aún?
—Te estaba esperando —mientras sacaba algo del horno.
—¿En qué momento has hecho la masa para la pizza en tan poco tiempo?
—En realidad he comprado la pizza pre hecha.
—Genial. Amo la pizza.
Empezamos a comer juntos y a hablar de cosas triviales. Al terminar de comer lo lavamos todo y decidimos ver una película.
—¿Quieres ver una serie mejor? —propuse.
—Ok, ¿Cual tienes pensada?
—La casa de papel —me encanta esa serie española.
—Ok, no la he visto.
Empezamos bien los primeros capítulos hasta que vino una escena de sexo entre Tokio y Río.
Me puse nerviosa y miré a Jay que me miraba con los ojos bien abiertos.
—No mires eso —me dijo.
—Tu tampoco mires —era incómodo sentir esos sonidos.
—No estoy mirando —se me acercó y me besó apasionadamente.
El beso se intensificó y me jaló para que me sentara a horcajadas sobre él.
—Linda manera de pasar los momentos cómodos —dije al acabar el beso.
—La verdad sí. Muy buena manera. —me miró y me volvió a jalar para besarme.
—Jay, paremos. Mi autocontrol no creo que aguante poco más que ésto. —me bajé de encima de él y seguimos viendo la serie.
Esta vez estaba acostada en su regazo mientras él pasaba una de sus manos por mi cabeza.
No se en que momento me quedé dormida pero cuando me levanté a tomar agua por sed ya estaba acostada en mi cama.
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FEVER メEnhypen - Jayメ
Fanfiction♡Todo mi cuerpo arde por tí. Mi corazón está sediento de tí. Como una fiebre. Aunque lo aleje, arde dentro de mí. Aunque se convierta en cenizas, las llamas florecen♡ Nota de autora: Secuela del libro 'Un amor secreto' NO NECESARIAMENTE TIENES QUE L...