FEVER メEnhypen - Jayメ

03. Un humano.

Ocho meses después de nuestro debut debo de aceptar que éramos muy reconocidas.

Fue muy agotador los pasados meses por todas las presentaciones y programas a los que asistimos.

Por otro lado la persona desconocida que me había estado mandando mensajes en cada presentación, seguía haciéndolo. No sé quien sea pero debo de aceptar que en las últimas semanas sus mensajes de apoyo me han estado sirviendo de mucho.

Como es de esperarse ya teníamos haters sobre nosotras intentando destruirnos.

Y adivinen, ¿quien recibía más hate de todas? Exacto, yo. Había visto los comentarios desagradables que habían estado dejando en nuestro Twitter. La mayoría estaban en mis fotos ya que me consideraban gorda.

Sí es verdad, entre las siete soy la más rellenita. No me considero alguien gorda pero estos comentarios han estado bajando mi autoestima en estos días.

—¿Camille? —la instructora de baile me llamó— Atención, este paso es muy importante en la coreografía y tú pareces estar en la luna.

—Lo siento —hice una pequeña reverencia y presté más atención.

Luego de unas largas dos horas de clases de baile fuimos a la sala de descanso.

En estos meses hemos conocido a otros grupos de la empresa y me enorgullece decir que hemos empezado a crear una linda amistad con las miembros de Itzy.

—Oh, hola —todas hicimos una pequeña reverencia al encontrarnos a Yeji en la sala de descanso.

—Hola —dío un sorbo a su vaso con café— ¿Como están?

—Bien ¿Y ustedes? —dijo Madison cortés.

—Bastante bien —echó el vaso desechable a la basura y se dirigió a la puerta— Hasta luego.

Nosotras volvimos a hacer referencia mientras nos despedimos. Y agradecí que se fuera. La verdad si se hubiera quedado aquí hubiera sido demaciado incómodo para nosotras.

Me senté en un sofá mientras agarraba mi celular que había acabado de sonar.

De desconocido:

He visto los comentarios desagradables hacia tí en redes sociales. No te preocupes mucho por eso. Eres perfecta tal y como eres a pesar de ser demaciado gruñona.

Ese simple mensaje me sacó una sonrisa. No sé quien sea él que manda estos mensajes pero de verdad siempre dice algo que me hace sonreír.

Hasta ahora nunca le he respondido un mensaje pero hoy me apetecía hacerlo.

Yo: No sé quien seas pero te agradezco por estos mensajes que siempre me dejas. De verdad me están sirviendo de mucha ayuda.

Fui sincera, era lo que de verdad sentía.

Él: Me alegra. Lo hago con ese sentido.

Yo: Gracias. Por cierto, ¿Quién eres?

Esa pregunta rondaba mucho por mi cabeza en estos días. Tenía la necesidad de saber quién era.

Él: Un humano.

Esa respuesta me hizo soltar una carcajada.

Yo: Oh, perdón había pensado que eras un extraterrestre. En serio ¿Como te llamas?

Él: Los nombres no son importantes, Camille.

Yo: Para mí si lo son.

Él: No, no son importantes. Y te dejo, tengo algo que hacer.

—¿Americano? —me preguntó April.

—Sabes que sí —le sonreí mientras me pasaba un baso con café americano.

—¿Con quien hablabas que sonreías tanto? —Brianna se sentó a mi lado.

—El desconocido del cual les había hablado. —me encogí de hombros.

—¿Por fin te has decidido ha hablarle? —preguntó Izumi desde la otra esquina del lugar.

—Si, sus comentarios buenos me han servido de mucho en estos días.

—Camille, no atiendas mucho a esos comentarios malos sobre nosotras. Sabemos que a tí es a quien más le afecta pero por favor, solo ignóralos. —Azuma me pasó una mano por la espalda.

—Eso intento, eso intento —me paré para votar el vaso desechable y mirarlas— Vamos, tenemos más clases.

Todas salimos de la sala de descanso para ir a la sala de práctica.