Desde niños, Yoongi siempre lo cuidó y protegió de todo, así que cuando este le confiesa sus gustos, Jungkook decide compensarle tantos años de protección, volviéndose su guardaespaldas personal
-Si alguien le pone un puto dedo encima, se lo rompo...
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-¿Cuándo es tu siguiente cita dentro del clóset de Kim?- Preguntó Jungkook mientras caminaban hacia casa tomando de la mano bajo el paraguas.
-Sábado- Respondió intentando no pisar con fuerza los charcos. -Dijo que quería compenzarme-
Jungkook guardó silencio y oyó el sonido de la lluvia contra el paraguas, haciéndolo detenerlos y alzar la mirada al cielo a través del plástico transparente.
-¿Qué ocurre?- Pregunto Yoongi viéndolo desde abajo.
-¿Tienes tu móvil dentro del bolso?- Preguntó apartar la vista del cielo pero oyendolo asentir.
Jungkook respiró hondo y apartó él paraguas dejando que el agua fría caiga sobre ellos sorprendiendo al menor.
-¿Qué haces?- Preguntó entre risas, viendo como su peluca se empapaba al igual que sus zapatos.
-Siempre has querido un beso bajo la lluvia- Respondió con obviedad en su voz.
-Estás loco- Soltó sonriendo.
-Por ti- Finalizó antes de tomarlo de la cintura y besarlo con amor y necesidad.
Yoongi se puso de puntas de pie y oyó como el mayor dejaba caer el paraguas a su lado para abrazarlo con fuerza y pegarlo por completo a su cuerpo.
Suspiró contra sus labios cuando el beso se cortó y sonrió pasando sus manos por los largos cabellos del azabache.
-¿Quieres ir a mi casa?- Preguntó Jungkook. -Así tus padres no nos ven mojados con el paraguas en la mano-
-Me parece una buena idea-
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