Desde niños, Yoongi siempre lo cuidó y protegió de todo, así que cuando este le confiesa sus gustos, Jungkook decide compensarle tantos años de protección, volviéndose su guardaespaldas personal
-Si alguien le pone un puto dedo encima, se lo rompo...
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-¡Yoon!-
Yoongi alzó la mirada cuando vio a Jimin del otro lado de la calle acercarse a él. Sonrió y lo saludó, dejando que lo abrace cuando llegó a él y palmee su espalda al separarse.
-¿Y Namjoon?- Preguntó acomodando los cabellos de la peluca que había despeinado con el abrazo.
-Lo veré en el parque de la otra cuadra- Señaló viendo hacia donde.
-Que raro que no te alcance Jungkook- Dijo curioso, alejandose para dejarlo continuar su camino.
-No quería que te haga esperar- Respondió alzando los hombros. -Debe estar en la puerta de casa- Explicó caminando hacia atrás para no dejar de verlo. -La suya o la mía-
-Vale- Asintió saludando. -Diviertete-
Yoongi le lanzó un beso y se volteó para seguir su camino y permitirle a Jimin continuar con el propio.
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