Desde niños, Yoongi siempre lo cuidó y protegió de todo, así que cuando este le confiesa sus gustos, Jungkook decide compensarle tantos años de protección, volviéndose su guardaespaldas personal
-Si alguien le pone un puto dedo encima, se lo rompo...
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-Sobre lo que hablamos el otro día...- Dijo Yoongi mostrandole la falda del instituto.
-Espera un segundo- Interrumpió Jungkook desde la cama ajena. -¿Realmente crees que podía obligarte?-
Yoongi bajó su mirada avergonzado, oyendo como Jungkook se ponía de pie y se ponía de cuclillas frente a él para verlo a los ojos.
-La apuesta es porque quiero incentivarte, bebé- Dijo obvio. -No porque quiera que lo hagas antes de estar listo-
-No me preocupan mis padres- Dijo rodando los ojos y poniendose de rodillas frente a él para quedar a la misma altura. -Me preocupa que crean cosas que no son-
-Amor, la gente creerá cosas que no son- Dijo alzando los hombros. -Te tratarán de chica, te preguntarán cosas, te ofrecerán cosas fuera de lugar- Enumeró en un largo suspiro. -Y para eso estaré yo ahí contigo- Dijo acariciando su mejilla. -Son cosas que tienes que enfrentar tu, yo no puedo decirle a la gente como tiene que llamarte, o que baño tienes que usar, eso está en ti-
Yoongi bajó la mirada y apretó los labios, sintiendo la mano ajena acariciando su cabello suavemente.
-Yo estaré a tu lado, dándote la mano y acompañandote en todo lo que necesites- Dijo besando su nariz. -Pero tiene que venir de ti-
-¿Estarás cuando le diga a mis padres?- Preguntó con un hilo de voz.
-Si eso es lo que quieres, por su puesto-
Yoongi asintió y abrazó por la cintura al azabache besó su coronilla con amor. Intentando protegerlo de todo y tenerlo lo más cerca posible.
-No te lo tomes a mal, pero hoy tengo que dormir en mi casa- Susurró Jeon haciéndolo reír.
-Tu madre podría llamar a la policía en cualquier momento- Rió contra su pecho.
-Y mañana irás solo a la escuela- Dijo haciendo que se separe. -Tengo cosas que hacer temprano-
-¿No quieres que te acompañe?- Preguntó pero Jeon negó con una tierna sonrisa.
-Te veré allá y luego vendré a dormir- Propuso y el castaño asintió antes de besar su mejilla con cariño.
