Capítulo 31 MEREDITH

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Luché con todo lo que había en mí. Pateando. Arañando. Mordiendo. Grité, escuché a Addison rugir en respuesta, pero sabía que mi compañera estaba en una pelea brutal con Owen, y que dependía de mí manejar mi situación.
Tenía que cuidar de mí misma. Tenía que luchar por mí misma.

Deseaba desesperadamente a Addison, quería sentir sus brazos a mí alrededor, sus labios mientras me llovían besos, diciéndome que todo estaría bien.

Pero no lo estaría.

Tenía que hacer algo para detener esto. Tenía que luchar y acabar con esta guerra.

Estoy harta de que todo el mundo tome decisiones sobre mi vida. Es hora de tomar una posición.

- ¡Suéltame!- Grité, sintiendo que mi ira crecía y crecía hasta asfixiarme por ella.

-Tranquila, chica. - gritó Andrew, y yo respondí rastrillando mis uñas por sus brazos. No me importaba si sacaba sangre. Quería hacerlo. Quería que él sintiera el dolor que yo sentía.

Gruñó, y su agarre se aflojó ligeramente, lo suficiente para que yo me retorciera y bajara mi pie para darle una patada en lo que importaba.

-Dios. - bramó y me dejó caer mientras se ahuecaba la entrepierna, con los ojos fijos en mí y entrecerrados. - ¿Cuándo demonios te has vuelto violenta, maldita diablesa?

Oí a Burke reírse, sentí que se movía justo detrás de mí. -No recuerdo que la pequeña Meredith tuviera putas garras. - dijo divertido. -Parece que sigue más su lado animal.

Sabía que intentarían someterme de nuevo. Me estaban alejando de mi compañera. Me estaban alejando de mi hogar.

No va a suceder.

Burke fue a agarrarme, y yo me agaché y me giré, corriendo de vuelta a la lucha... de vuelta a mi compañera. Tropecé, pero me enderecé casi instantáneamente, el pánico y el miedo hicieron que mis pasos fueran descuidados. Aunque sabía que no me harían daño -no físicamente, al menos-, me estaban causando dolor al alejarme de Addison.

Pero no fui lo suficientemente rápida. Sentí que unos enormes brazos me rodeaban y me empujaban contra su pecho. -Meredith. -gruñó Burke. -Maldita sea, chica. Vuelve a meter tus garras. - Se giró conmigo en sus brazos. -Solo intentamos ayudar.

Dios, ¿cómo podía decir eso mientras oía los rugidos de Addison y Owen resonando en el bosque mientras luchaban?

Tengo que llegar a Addison.

Grité y pateé, pero no era tan fuerte como él, mi cuerpo era la mitad de su tamaño. Vi que Andrew se levantaba, con los dientes enseñados y una mueca de dolor en la cara.

-Me dio una jodida patada en los huevos.

El pánico se apoderó de mí una y otra vez mientras Burke me arrastraba lejos de la pelea. No-no-no. Tengo que volver ahí.

Y mientras ese dolor y esa ira y esa intensa emoción me llenaban, sentí que algo se rompía en mi cuerpo. Algo estaba mal... en mí.

Mis emociones eran una entidad viva dentro de mí, mi miedo me consumía tanto que no podía respirar. Estaba mareada, con náuseas, el mundo se inclinaba bajo mis pies.

Oí más rugidos y gruñidos enfurecidos.

Sentí que algo se rompía dentro de mí, un dolor que abarcaba cada parte de mi cuerpo. Oí un chasquido, y luego otro, una agonía insoportable que se extendía desde mis manos hasta mis extremidades, hasta los folículos de cada mechón de pelo.

Eres mía - Meddison G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora