El fin de semana había pasado relativamente rápido ante los ojos de cualquiera de los adolescentes que estudiaban en la secundaria pública Shingeki, muchos habían asistido a la fiesta que protagonizó la carismática co-lider de las animadoras y, obviamente, esa era la noticia más reciente en la boca de los alumnos.
Pero Jean Kirstein no era uno de ellos.
A él no le importaba si la líder de las animadoras se había ligado al imbécil de Jeager y la rara de Ymir en una misma noche, al mismo tiempo, o si la gótica de su salón se metió con la chica mala de su clase. Esas cosas no le interesaban, él sólo necesitaba ver ese rostro de pecas para pedirle perdón de rodillas por ser tan idiota como para nombrar a otra chica cuándo estaban teniendo un momento tan íntimo como su primer beso.
Se encontró a si mismo pensando en ello más de lo que deseaba, y el sábado por la tarde llegó a la conclusión que ese beso le había gustado, la exquisita sensación de los labios ajenos, el toque delicado en sí nuca, las mordidas ocasiones, el suave tacto de los muslos ajenos debajo de sus manos, la respiración de la pelirroja sintiéndose cada vez más acelerada por sus toques, todo aquello le había gustado más de lo que querría admitir.
No podía negar que era un jodido idiota, tuvo a la pelirroja sobre él, con un cuerpo de infierno y una expresión sublime, sentada en sus piernas y besandolo como nadie supo besarlo en su vida, pero tuvo que actuar como un maldito imbécil y terminó nombrando a una mujer que no sólo era su mejor amiga, si no que también era la prima de esa muchacha de mirada esmeralda.
¡Ni siquiera había pesado en Evie durante todo el tiempo que estuvo besando a Nina!. Y si debía admitir tampoco había pensado en la azabache como algo más que una amiga desde hace tiempo, no sabía bien desde cuándo cierta pelirroja comenzó a inundar sus pensamientos con más frecuencia y terminó monopolizandolos, pero había ocurrido y él, como el jodido imbécil que es, no se había percatado de ello hasta que la hizo salir de su casa corriendo tras nombrar a otra muchacha.
No sabía exactamente lo que sentía, no podía ponerlo en palabras, pero había atesorado cada segundo de ese beso con la pelirroja y se lo haría saber, aún si debía pedirle perdón de rodillas y jurarle que nunca volvería a actuar como un estúpido.
Pero cuándo llegó el lunes e intentó buscarla por todos lados para disculparse tuvo la sorpresa de no encontrarla por ningún lado. Nina Berner no había asistido a la escuela por primera vez desde que se conocían, esa maldita pelirroja no faltaba aunque tuviese más de cuarenta grados de fiebre y la obligasen a retirarse, ella simplemente no faltaba así como así.
Pensó en preguntarle a Evie, pero la azabache cambió de tema rápidamente para hablarle sobre alguna práctica de animadoras que Jean no entendió del todo, al parecer ella sí sabía algo, pero no iba a traicionar a su amada prima por nadie, después de todo eran familia y la Smith se tomaba bastante en serio sus vínculos familiares.
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Queen of disaster; Jean Kirstein
Fanfic"Me tienes dando vueltas como una bailarina. Eres el chico malo con el que siempre soñé. Tú eres el rey y, cariño, yo soy la reina del desastre." Jean Kirstein no era el típico chico malo que todo el mundo creía y nadie mejor que la reina del desast...