Debería odiarte, pero no puedo (Ronnicoln)

Cap. 23

-¡Lincoln Loud! ¡Sal de aquí, tu no puedes ver a la novia! -Gritaba Linka a todo lo que daban sus pulmones. Estaba estrangulando a Lincoln con la puerta de la habitación. Era algo exagerada, aún llevaba puesto el pijama de ayer y ni siquiera abría bien los ojos. Así que no tenía nada de especial como para que Linka se volviera loca.

-Solo quiero darle un beso de buenos días, Linka, me corriste de la habitación a las ocho de la mañana. -Protesto el y asomo la cabeza por el umbral. Mis amigas se reían entre la pelea de ambos, pero yo me obligue a levantarme de la cama y fui hasta la puerta para que dejara tranquila a la pobre Linka que estaba con lo nervios de punta, aunque ella no se casara.

-¿Con solo eso nos dejas tranquilas? -Le pregunte al frente de la puerta. El sonrió de medio lado y asintió, así que hico a un lado a Linka y bese su mejilla.

-Espera eso no vale -Comenzó a reclamar.

-Nunca especificaste donde tenía que ser el beso, ahora vete o Linka se arrancara su hermoso cabellos -Le cerré la puerta en la cara y suspire agotada, controlar la risa en un día como este sería difícil.

Linka su puso a trabajar de inmediato junto a Merlina, quien nos ayudaba con las cosas. Ordenaron las cosas y mandaron a las demás a llamar a la estilista. Era alfo incomodo ser analizada desde todos los ángulos por Melina como para que viniera otra persona a hacer los mismo. En diez minutos, Chloe volvió con una mujer alta y delgada, vestida en un traje con estampado de leopardo, me asusto un poco que ella fuese la estilista. Pero resulto no ser tan mala. No cambio nada del vestido que elegimos y dijo que lo mejor sería maquillarme con una capa suave para no parecer un payaso. Estuve de acuerdo con ella y le caí bien.

Me dijo que lo primero que teníamos que hacer era relajarme, que sabía que era un día especial para mi, pero también sería estresante. Le dije que no estaba nerviosa, aunque solo lo dije para mantener la cabeza sujeta al cuellos todo el día. Pero ella era astuta, y me obligo a tomar un baño con esencia de flores. Algo innecesario. Mientras me bañaba, me puse a pensar en la luna de miel. Sería un tema para cuándo Lincoln y yo dijéramos 'si'. Nos iríamos de viaje.

La boda sería a la puesta de sol, saldríamos de la iglesia para verla a pedido de Lincoln que decía que era elemental que fuera a esa hora. Como a mí no me había importado mucho, le deje hacer lo que el quisiera, pero ahora me arrepentía. Estar toda la mañana siendo arreglada para unas cuantas horas era devastador. Y el que Linka y Sid se rieran de mi y los tubos que me puse Merlina en la cabeza no era gratificante. A la una, bajamos a comer y nos encontramos con Lincoln y Rita que iban hablando, parecía algo serio. Rita se aseguraría de que todo salga concuerdo al plan de su hijo y Merlina se aseguraría que mientras lo haga nada se fuese de las manos. Mi madre debía estar arreglándose en su habitación mientras mi padre buscaba el pastel junto a Bobby. Todos tenían una tarea para la boda, excepto yo.

Cuándo le comente eso a Chloe en el almuerzo, Lincoln alcanzo a escuchar y rechisto.

-Por supuesto que no puedes hacer nada, tu tarea es verte más hermosa de lo que ya eres y ser feliz por el resto de tu vida, no quiero abrumarte con los preparativos -Me dijo robándome un beso y volviendo a la carrera interminable a través de su teléfono. Decidí hacerle caso y dejar de preocuparme, ya sería bastante difícil caminar con un vestido y un velo de metros de largo sin caerme y hacer el ridículo en mi propia boda. Entonces, ocurrió el primer desastre del día. Ron y Noah se despertaron.

Nadie los había visto en toda la mañana y cuándo salieron quejándose de la resaca del cuarto de huéspedes, asustaron al personal y los sacaron de escobazos de las casa. Después volvieron gritando que eran como miembro de la familia y si no hubiera sido por Lily que andaba por el patio, no habrían conseguido entrar otra vez. Por cierto, ella estaba rara, como pensativa, Al igual que sus demás hermanas.