REGLAS DEL JUEGO

CAPÍTULO VEINTE

𝐒𝐄𝐗𝐎 𝐃𝐄 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐄𝐃𝐈𝐃𝐀

◈ ━━━━━━━━━━━━━━ ◈

Encuentra lo que amas y deja que te mate.

- Charles Bukowski

♕

P O C H É

Lentamente alzo la mirada y es ella. Es Daniela Calle. Se ve extremadamente bien. Muy perfecta. A su lado se encuentra una mujer rubia.

El hombre que les ha dado la bienvenida las pide acompañarlo y así lo hacen. Ella pasa la mano por la parte baja de la espalda de la mujer rubia, logrando provocar una silenciosa conmoción entre el personal de la recepción y demás mientras se aleja. No parece haberme visto. Y aunque si fuera ése el caso ¿qué cambiaría?

- Ya tengo las llaves - dice Julián mostrando las tarjetas que servirían de llaves.

- ¿Cuál es la mía? - pregunta Valentina ansiosamente y emocionada. Su alegría me recuerda que simplemente no puedo cancelarlo todo marcharme. No hemos hecho nada juntas en mucho tiempo y tampoco la he visto tan feliz en mucho tiempo. No puedo arruinarlo.

- Ésta.

- Gracias. Iré a ver mi cuarto.

- ¿No desayunarás primero?

- Puedo saltarme el desayuno. Tengo fotos que tomar. Nos vemos en el almuerzo.

Valentina se marcha corriendo para meterse en el elevador.

- ¿Te encuentras bien?

- Am...sí ¿por qué no lo estaría?

- Entonces ¿vamos a desayunar primero?

- Por supuesto.

Los dos nos dirigimos al lujoso restaurante. Debo admitir que todo el menú es una delicia. Pido café y un brownie para desayunar, no me apetece nada pesado. Julián hace su pedido.

Aún no puedo creer que estemos en el mismo lugar que Daniela Calle y ella como si nada haya aparecido como una mujer. Debe sentirse a gusta con ella como para traerla a un lugar como ése. Tal vez es una mujer que obedecer a todas sus normas y es capaz de soportar su forma enferma de tener sexo.

- ¿Quieres ver el lago más tarde?

- Claro, suena bien.

Él sonríe, lo que me desconcierta.

- Tengo la impresión de estar hablando con un robot - comenta.

Sí, yo también lo noto. De pronto mis respuestas se han vuelto automáticas, repetitivas y cortantes.

- Lo siento, es que...

- ...tienes la mente en otra parte.

- Lo lamento.

- No importa, solo trata de relajarte. Me di cuenta de que has estado muy tensa, por eso te traje aquí, solo disfruta y olvida todo lo que te estresa.

Podría hacerlo si tan solo la piedra en mi zapato no se encontrara en el lugar. En este momento solo siento curiosidad sobre lo que estaría haciendo con esa mujer en ese momento. Sobre el por qué está en este lugar de todos los lugares existentes en mundo.

- Gracias.

Después de desayunar, volvemos al vestíbulo con la intención de cada uno ir a su suite, pero Julián es llamado por una de las recepcionistas, ya que al parecer ha habido una confusión con la habitación que le asignaron. Aunque trato de esperarle y ver si se resolvía todo, me pide que siguiera.