XI

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Harry ordena café para ellos en la cafetería que está en la manzana del edificio de Louis; él lo toma negro y Louis piensa que eso es bastante desagradable por lo que vierte tres cubitos de azúcar en el cuando Harry no está mirando.

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La mañana del martes los encuentra a Harry y Louis caminando a través de las calles de Manchester, llevando más ropa que hace seis días atrás. Esta no es idea de Louis, en absoluto, de hecho, está considerando seriamente volver ilegal que Harry se ponga algo otra vez (no sólo porque él tenga una bonita polla, sino también un poco porque parece que Harry realmente no sabe cómo vestirse), pero Louis tiene un trabajo y un compañero de piso y se está quedando sin comida y lubricante, así que aquí están, llenos de ropa y cafeína y de compras, e incluso balanceándose alrededor de la Librería Grimshaw & Co.

Una cuadra antes de que lleguen a la tienda, Louis se enreda en el brazo de Harry para detenerlo. Lógicamente, Louis sabe que su reintroducción en el mundo tiene que incluir la suspensión en el trabajo que ha abandonado por una semana, y así que aquí están, arrastrando bolsas de Tesco y debatiendo el legado de Ringo Starr (—Él no era "sustituible", Lou, ¡ellos específicamente lo buscaron porque sabían que su batería podría mantener a la banda entera junta!).  Pero Louis no puede dejar de sentirse nervioso, como si la habitación de 6x6 cubierta del suelo al techo con libros polvorientos fuera su madre, y él sabe que ella va a avergonzarlo delante de su nuevo amigo.

—Es, uh —Louis rasca su nuca, él se siente extrañamente vulnerable—, no es mucho.

Harry envuelve a Louis de vuelta, instándolo adelante con el entusiasmo de una adolescente en su baile de graduación. —¡Será genial!

Louis arrastra sus pies para que aminora su velocidad, pero están acercándose al toldo rojo desteñido y Louis no puede hacer nada para detenerlo. —Nunca has estado ahí, Harry, por favor, no te hagas ilusiones.

Harry niega con la cabeza y sus rizos rebotan en todas las direcciones. —Honestamente, Louis, el último libro que leí fue "La tortuga hambrienta" en voz alta a un niño de dos años. No estoy en posición de juzgar.

—Hay... hay un montón de polvo por todos lados porque ni Nick ni yo sabemos como limpiar y hay una especie de sistema de organización bastante desordenado, pero te juro que de hecho tenemos un sistema y qué podemos ayudarte a encontrar todo lo que necesitas y-

Harry lo interrumpe con una bofetada ligera alrededor de la cabeza.

—Cállate —le dice a Louis—, va a ser precioso.

—¿Y por qué estás tan seguro, Soldado Styles?

Harry lo mira como si a él le hubieran crecido dos cabezas. —Porque eres precioso.

Harry agarra una de sus manos y se lanza a abrir la puerta de Grimshaw & Co como si fuera el dueño del lugar. Él tiene que agachar la cabeza un poco para pasar, y Louis quiere llorar porque Harry es tan alto y adorable y encantador y ahora él está de pie en la pequeña librería de mierda a la que Louis le ha entregado los últimos años de su vida y no es suficiente.

—¡Louis! —Nick grita, al segundo que suena la campana y entran—. ¿Dónde mierda has estado maldito imbécil egoísta del demon-

—Un segundo, Nick —dice Louis, y sosteniendo un dedo en frente suyo para detenerlo, ni siquiera quiere que sea un acto grosero o descarado en este momento—. ¿Harold?

Harry está girando en un círculo lentamente, casi tropezando con sus propios pies para llegar, y sus ojos son anchos y Louis tiene que saber lo que está haciendo.

—Louis, shh –Harry lo calla—, lo estoy asimilando.

Louis mira alrededor de la tienda y, a pesar de que ha pasado una gran parte de los últimos dos años y medio aquí, intenta asimilarlo, también.

Es bastante pequeño, pero es pequeño por las masivas pilas de libros que se han derramado de las estanterías para cubrir la mayor parte del espacio. Hay una pequeña silla con una mesa en la esquina izquierda, que Louis sólo ha visto ocupada por el bueno de Simon, que viene todos los jueves a las 10 en punto para leer un periódico que él trae desde fuera, Dios no quiera que alguna vez compre algún libro o una revista de ellos. El equipo de escritorio que, gracias a todos los santos, en la actualidad es usado por Nick para prevenir a Louis de saltar en él o cubrirlo de recortes de periódicos que moja a chorros con jugo de limón. Está completamente cubierto de montones de libros favoritos personales de Louis y de Nick, una especie de sección de "Recomendados" que está decentemente iluminado por las grandes luces que se atraviesan entre sí, y todos los más "Vendidos" se alojan en el estante de atrás, al igual que artículos de gobierno en tiendas convenientemente restringidas. Los pocos pedazos visibles de las paredes están cubiertos con posters de concursos de poesía o literatura, clubes de lectura, y reuniones de autores. Todo se remonta a la década de los 70, cuando el padre de Nick abrió por primera vez el lugar. Es estrecho y sucio y Harry ni siquiera le gustan los libros, ¿honestamente por que Louis siquiera lo trajo aquí y-

—¡Me encanta! —Harry aplaude con deleite— ¡es como una biblioteca hipster!

—¿¡Cómo te atreves!? —Louis lloriquea, indignado, pero lo que quiere decir es gracias Jesús y dónde puedo encontrar más como tú. 

Harry tiene hoyuelos cuando sonríe. —Louis, este anuncio es de 1974, es vintage.

—Usa esa palabra de nuevo y ya estarás afuera.

—¿Son esos libros de allá vintages también? —Harry le pregunta, divertido.

—Realmente no puedo llevarte a ninguna parte —se queja Louis, sin esperanza.

—¿Quién diablos es él, Louis? —Nick pregunta, listo para matar.

Louis le envía una mirada a su jefe, a quien no ha visto en seis días porque, bueno, él no ha ido a trabajar en seis días. El tupé de Nick es tan puntiagudo como su mirada. Louis traga saliva. —Nick, este es el Soldado Harry Styles. Saldado Harry Styles, este es Nick.

—He oído un montón acerca de ti, amigo —Harry agrega alegre a un lado de Louis, y en este punto, Louis ya no está seguro de si Harry es valiente en lo absoluto o sólo está algo loco.

Nick mueve su mirada de Louis a Harry y de regreso, y cuando habla, su voz es peligrosa y terriblemente baja. —¿Así que por eso es que desapareciste durante una semana, entonces?

—¿Tuve fiebre? —Louis resiste la tentación de esconderse en el hombro de Harry y nunca mirar hacia arriba.

Nick deja escapar una risa estrangulada, demente y aterradora, y Harry se ríe en voz baja.

—¿Por qué te ríes? —Louis exige en voz baja, horrorizado de que Harry encuentre su muerte tan hilarante. 

—Tú tenías una fiebre... una fiebre de sexo —ríe tontamente Harry, y, wow, bien, él tiene cinco años y Louis esta tratando con todas sus fuerzas de no sonreír.

—Cállate —se las arregla, pero entonces Harry le dispara un guiño exagerado y hace un empuje pélvico, y están riendo histéricamente.

—¡Voy a hacer que te retuerzas de dolor, Tomlinson! —Nick grita, llegando a su ruptura.

—Y yo voy a hacer que te retuerzas de otra forma —Harry susurra. Louis ríe más fuerte.

—No voy a pagarte ni un sólo centavo esta semana —Nick está gritando—. ¡Y ya está el inventario, también, y tú estarás limpiando el cuarto de baño todo el maldito verano! ¡Quiero que rocies a diario un ambientador tan fuerte que podría cubrir el olor de tu cuerpo asesinado!

—Trabajar de forma gratuita... en el club de striptease —dice Harry y Louis se está deshaciendo.

Another Hazy MayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora