XXIX

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Harry se está yendo poco a poco, en piezas y partes.

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—¡A comer, chicos! —Harry llama a la habitación en general a las nueve de la mañana del viernes, con 10 días restantes para que todo termine.

—Eres un mago —Niall halaga mientras Louis lleva los platos a la mesa con pastelitos de mermelada fresca, huevos revueltos, y salchichas sin observaciones de Zayn, por favor.

—Ésta era idea principalmente de Louis —Harry prácticamente cuenta, dándole a Louis una nalgada de felicitaciones en su camino a la mesa, paño de cocina al hombro y sonrisa dolorosamente encantadora—. Soy un maestro fantástico, sin embargo.

—Aquí, aquí —Liam levanta su taza de té y todos ellos brindan alegremente. Una soñolienta conversación se asienta sobre ellos, y Louis se vuelve hacia Harry, desconcertado.

—¿Por qué no estás devorando todo, Haz? —Cuestiona, un toque de preocupación arrastrando su voz, porque Harry simplemente pela una banana y Louis nunca ha visto a Harry comer menos que un banquete en la mañana—. ¿Te sientes bien?

—Oh, sí —Harry ondea una mano despreocupadamente—. Sólo tengo que volver a ponerme en forma para la próxima semana, es todo.

—¿El sexjercicio ya no te ayuda? —Zayn se burla, llevándose a la boca dos salchichas a la vez.

—Hablando de eso, Liam, Zayn, ¿han visto mi uniforme? Lo he buscado por todas partes —Harry les pregunta.

Zayn ni se inmutó: —¿Sabes lo caro que pueden resultar los juegos de roles en estos días?

Louis se ríe junto con el resto de la mesa ante el furioso sonrojo de Liam. Harry no está comiendo alimentos grasosos ya. Está bien.

Another Hazy MayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora